Cuba quiere rescatar las pésimas producciones de cacao y coco

Este pasado martes directivos del ministerio de la Agricultura en Cuba acudieron a la Mesa Redonda para explicar la situación de las plantaciones de cacao y coco en la isla y sus perspectivas futuras pues el panorama actual es bien complejo.

José Antonio González Labrada, Jefe del Departamento de Agrotecnia del Grupo Agroforestal, tuvo a su cargo la exposición del tema. Según informó la producción de estos dos rubros recae casi de forma exclusiva en cuatro provincias del oriente cubano. Destacando a Guantánamo que entrega más del 90 por ciento del cacao que se genera en el país, con fuerte incidencia el municipio de Baracoa.

En 1989, justo antes de la caída del campo socialista, la isla vivió su tope productivo en el cacao cuando se produjeron 2200 toneladas, sin embargo, ya para el 2017 la producción había descendido de forma exponencial hasta las 200 toneladas, marcando un comportamiento similar al café que también fue analizado en la Mesa Redonda.

“En 2012 comenzamos un programa de desarrollo para recuperar el espacio perdido. Entre otros elementos, garantizamos mejores precios para los campesinos y poco a poco mejoramos. De hecho, antes de que el huracán Matthew afectara la zona en 2016 ya Baracoa había roto dos veces su récord de producción. Sin embargo, en 2017 apenas llegamos a las 230 toneladas”, explica el directivo.

En relación al coco se argumentó que también encuentra su principal pilar en el municipio de Baracoa, un lugar que en 1990 entregó 27 mil toneladas. Sin embargo, existe un programa para extenderlo por todo el país y hoy más de 60 empresas y 650 entidades de base comienzan a preparar la tierra de este cultivo.

Un punto importante en el caso del coco es el interés de la industria cosmética que compite con la alimentaria para realizar sus producciones. Sobre ello se dijo que “la producción de aceite de coco para la industria cosmética y la alimentaria está entre las prioridades. Igualmente, conseguir encadenamientos productivos con el turismo y otras entidades, así como trabajar para aprovechar cada parte del fruto aparecen entre las proyecciones”, apuntó González Labrada.

Sobre esto último el gobierno pretende hacer bioeléctricas que utilicen los desechos de la fibra de coco para producir energía.