Cuba saca a sus médicos de Bolivia tras la renuncia de Evo Morales

El gobierno cubano decidió retirar su personal médico de Bolivia, más de 700 profesionales, luego de la renuncia de Evo Morales y la violencia desatada en los enfrentamientos entre partidario y detractores del líder indígena, que se encuentra asilado en México.

La información no ha sido divulgada por el régimen cubano, sino por la canciller boliviana en funciones, Karen Longaric, que comunicó en declaraciones a la prensa local que su homólogo cubano, Bruno Rodríguez, le informó que la medida sería “para evitar mayor fricción”.

“He hablado largamente con el canciller cubano, Bruno Rodríguez, y él me expresó que, para evitar mayor fricción, Cuba retirará a 725 funcionarios cumpliendo actividades de cooperación en el área de la medicina, comunicaciones y otras. Retirarán a sus funcionarios a partir de mañana [viernes] y concluirán ese proceso hasta el miércoles”, dijo Longaric al diario El Deber.

La decisión del gobierno de Miguel Díaz-Canel llega luego de que cuatro presuntos diplomáticos cubanos fueran capturados con dinero en efectivo para presuntamente pagar a grupos irregulares en Bolivia.

“Cuba ha comprendido que debemos reencauzar las relaciones diplomáticas en un clima de respeto mutuo, pero el canciller cubano pidió el resguardo de la seguridad de los funcionarios en todo ese proceso”, agregó la funcionaria boliviana.

Hace escasas horas unos tres cubanos fueron detenidos en La Paz con 90.000 pesos bolivianos en maletines, cuando supuestamente incitaban a la violencia contra detractores del expresidente Evo Morales.

Según el diario Página Siete, la policía del Distrito Policial Integral 3 investiga la denuncia de los vecinos de la comunidad El Alto, quienes dijeron que dos hombres y una mujer pagaban a manifestantes afines al Movimiento Al Socialismo (MAS) para que protestaran y destruyeran locales de la capital.

Los tres detenidos responden a los nombres de Idalberto Delgado Baro, Ramón Emilio Álvarez Cepero y Amparo García Buchaca, todos pertenecientes a la Brigada Médica Cubana. El régimen utiliza a estas misiones como fachada para infiltrar a agentes de la seguridad para dominar la política de esos países donde ofrece sus “misiones solidarias”.