Cubano con desnutrición severa necesita operarse y en la Isla “no existe esa tecnología”

Pese a varias operaciones por un padecimiento que le causa dolores desde la infancia, Yoenis Barriento Thomas de 34 años y oriundo de Santiago de Cuba no ha podido vivir con una salud estable y está dispuesto a ir hasta La Habana para denunciar esta situación ante el mandatario Miguel Díaz-Canel.

CubaNet informó que Barriento, padre de dos niños y psicólogo de profesión, sufre una constante desnutrición severa y además fuertes dolores abdominales desde que tenía dos años de edad, lo cual debe se tratado con una operación, pero la Isla carece de la tecnología para su aplicación.

El santiaguero relató al medio que siendo niño ingirió una sustancia corrosiva que le provocó quemaduras y pérdida parcial de la lengua, además daños a algunos órganos de su sistema digestivo.

La situación empeoró estando en el hospital porque su madre, por desconocimiento, le dio de comer un pedazo de carne que le perforó el esófago y tuvo que ser sometido a una gastrostomía alimentaria.

Tras dicha intervención, empezó a ingerir alimentos gracias a una sonda que los médicos le instalaron en la pared abdominal hasta el estómago. Además, con este aparato podía adsorber sus medicinas sin necesidad de pasarlas por la boca y el esófago.

Barriento Thomas comentó que su situación pudo revertirse, pero asegura que los médicos lo operaron mal, situación que le provocó tener una vida complicada, tanto para él como para su familia.

Posteriormente, le hicieron otra operación sin buenos resultados y a los 22 años viajó por voluntad propia a La Habana con la esperanza de encontrar una solución, pero lo único que le dijeron en el Hospital Hermanos Ameijeiras es que en la Isla no existe la tecnología ni personal médico para tratar su caso y que lo mejor era irse a otro país por una solución.

Como le es imposible viajar, ha enviado cartas a instancias de gobierno y hasta al Partido Comunista pero además del abandono de las autoridades desde hace más de una década, se le retiró su pensión porque vive con su pareja que sí puede trabajar.

El psicólogo debe comer cada dos horas, necesita de una dieta estricta que no le proporcionan las autoridades y a diario sufre la escasez de sondas, jeringuillas y analgésicos para calmar dolores como el Tramadol.

A sus problemas también se le suman falsos argumentos expresados por una trabajadora social que lo atendía y esto ocasionó que el gobierno considere sus quejas sin fundamentos.

Barriento Thomas pide ayuda a cualquier persona o institución porque está convencido de que en Cuba no tiene muchas esperanzas de vida.