Cuentapropistas: “De nada vale liberar los tipos de trabajos si no se revisan los precios topados”

Cuentapropistas afirman que abrir las opciones de mercado no es suficiente. (Bicitaxistas, imagen de referencia: Periódico Cubano).

Cuentapropistas de Cuba no considera “suficiente” la eliminación del listado de las 127 actividades económicas permitidas en el sector privado, medida anunciada por el Gobierno este fin de semana.

La medida permite a los emprendedores operar en la mayoría de las áreas comerciales, pero hay otros factores a considerar que impiden el crecimiento de las empresas privadas en Cuba.

De acuerdo con un reportaje de Radio Televisión Martí, problemas como el límite en el precio (precios topados), que no genera una ganancia para los cuentapropistas al no haber un mercado al mayoreo el principal inconveniente.

“De nada vale liberar los tipos de trabajos si no se revisan los precios topados que ha impuesto el gobierno para ese sector”, explicó al citado medio Diosbel Díaz, un transportista de La Habana.

El hombre conduce un bicitaxi y destaca la falta de un mercado que les permita adquirir refacciones y gomas, que la mayoría de las veces no están disponibles en las tiendas del Estado.

“Generalmente el sector privado tiene que buscar todo en el mercado negro, y corriendo el riesgo de que te decomisen el bicitaxi, te apliquen multas y, en algunos casos, hasta la prisión”, indicó.

Por su parte, Yoel Espinosa, un restaurantero de Santa Clara, en la provincia de Villa Clara, declaró que no es suficiente la liberación de las áreas de comercio, pues el gobierno necesita “cesar la guerra sin cuartel contra los cuentapropistas en el área de los servicios, restaurantes y en la economía en general”.

La dificultad para obtener insumos va más allá de la escasez, pues la falta de un mercado mayorista vuelve poco redituable cualquier actividad en el sector privado.

Mientras a los pequeños empresarios se les obliga a mantener ciertas tarifas al público, al mismo tiempo deben adquirir lo que ofrecen prácticamente al mismo precio que lo venden, algo casi imposible de sustentar, en especial en el área de servicios, que conllevan además el esfuerzo del trabajador.

“Ellos (el gobierno) te dan libertad, luz verde, pero te obligan a vender a un precio en el que no podemos sacarle ninguna ganancia porque, por otro lado, todo se ha encarecido”, dijo Espinosa.

Los decomisos injustificados y las multas excesivas fueron otras de las quejas de los cuentapropistas, que aseguran los afecta tanto a ellos como a los clientes.

Ya en otras ocasiones los ciudadanos han reportado no encontrar ciertos productos debido a la escasez y que aunque a veces los adquieren con vendedores privados, los decomisos constantes de la policía y el temor de los cuentapropistas hacía que ni siquiera ellos ofertaran los artículos.

Aunque, de acuerdo con los reportajes de la Televisión Cubana, todo lo decomisado se regresa a mercados y tiendas estatales para ofertarse al público, tras casi un año de iniciarse los operativos para incautar mercancía, la escasez de todo tipo de artículos básicos continúa en todo el territorio.