Decomisan productos desviados por trabajadores de una tienda en Diez de Octubre

La llamada lucha contra las ilegalidades que ha desplegado el gobierno cubano en La Habana sigue enfocada en actos de cuentapropistas y trabajadores estatales, sin dirigir la mirada a las altas esferas del país, donde pulula la corrupción. Esta semana trascendió un nuevo operativo que también concluyó con decomisos y multas en Diez de Octubre.

La Dirección de Inspección Municipal de Diez de Octubre encontró en la tienda ‘Melones’, ubicada en la calle del mismo nombre, que los trabajadores estaban desviando un grupo de mercancías que deberían vender a la población.

Entre los productos retenidos por los trabajadores del lugar, los inspectores detectaron 11 paquetes de pollo en una nevera. Esta mercancía contaba con tickets de pago, y pese a que los dependientes dijeron que eran de las personas que controlan las colas, conocidos como LCC (lucha contra coleros), las autoridades afirmaron que la carne había sido pagada por los cajeros de turno.

Además del pollo, encontraron en la misma condición seis paquetes de picadillo y 11 pomos de champú de la marca Sedal. Mientras, en la oficina de la gerente del comercio hallaron en una gaveta tres pomos de champú, otros tres de acondicionador y ruedas de cigarros de la marca H. Upman.

Los inspectores también realizaron un arqueo de caja, cuyo resultado fue un faltante de 6.129 pesos, correspondientes a las ventas del pasado 31 de octubre.

«Todos los productos confiscados fueron vendidos a 5 personas de la población, entre ellos una madre con un niño menor de 1año», concluye el post en Facebook.

En medio de una crisis económica sin precedentes, con un grave desabastecimiento de alimentos y demás productos de primera necesidad, el gobierno cubano intenta desviar la atención con el regreso a las campañas contra las ilegalidades.

El castrismo ha retomado con especial interés durante el último mes los operativos en el sector comercial, tanto estatal como privado. Para ello, activaron los 15 grupos municipales de lucha contra la venta ilícita de alimentos, el acaparamiento, los precios abusivos y el desvío de recursos.

Hace un par de semanas, la Dirección de Inspección Provincial en La Habana emprendió un recorrido sorpresivo por las panaderías de la capital, donde encontraron múltiples ilegalidades que afectan al consumidor y a la economía, evidenciando una vez más el absurdo de que un Estado se dedique, entre otras cosas inconcebibles, a fabricar pan.

Por estos días, en la cuenta en Facebook del programa Hola Habana se dio a conocer el decomiso de varis productos en la capital. En el Consejo Popular Víbora Park, Arroyo Naranjo, “en una Casa Almacén” se ocuparon 116 cartones de huevos, “43 paquetes de detergente, 34 jabones de baño, 29 paquetes de toallitas húmedas y 23 paquetes de toallas sanitarias”.

Asimismo, en un registro “domiciliario” en el Consejo Popular Alamar Playa hallaron en una vivienda “productos sin documentación legal”. De esta intervención decomisaron “10 sacos de harina de trigo sellados, más de 700 lb de chícharo, 120 lb de frijol colorado, 4 porrones de 20 litros cada uno de aceite comestible, 470 kg de queso blanco, extracto de sabores para hacer helados, más de 300 lb de azúcar blanca y un saco con cebolla morada”.