MUNDO
Denuncian que Brasil ha empezado a cavar fosas comunes para las víctimas del coronavirus
Las autoridades locales estiman que se están sepultando alrededor de 100 cuerpos cada día
El colapso del sistema sanitario y los servicios funerarios ha llevado al gobierno de Manaos, Brasil, a cavar fosas comunes para enterrar a los numerosos muertos que el COVID-19 ha dejado en esa zona.
?? Amazonas | El cementerio de Tarumã, en la capital Manaos, comienza a realizar entierros en fosas comunes de hasta 10 cajones ante el aumento de muertes por #Covid19. En ese estado se registraron 185 muertes hasta el lunes 20/4 según los números oficiales. pic.twitter.com/RvNKJiaCS2
— Nacho Lemus (@LemusteleSUR) April 21, 2020
La Secretaría Municipal de Limpieza Urbana adoptó la medida debido a que es “la metodología, utilizada en otros países, preserva la identidad de los cuerpos y los lazos familiares, con la distancia entre ataúdes y con la identificación de sepulturas”.
Las autoridades locales estiman que se están sepultando alrededor de 100 cuerpos cada día, cuando las fosas comunes de la zona entierran un máximo de 30 cuerpos en días normales.
El gobierno debió instalar frigoríficos esta semana para contener los cuerpos hasta que haya espacio disponible para sepultarlos.
El Ayuntamiento de Manaos indicó que se tomó la decisión de solo dejar pasar a cinco personas por difunto al momento del entierro.
Esto debido al aumento de la “demanda del cementerio público Nossa Senhora Aparecida” debido al COVID-19, además de los conflictos que se generan con los familiares.
Manaos enfrenta una situación muy difícil en medio de la pandemia pues a pesar de ser la capital del estado de Amazonas, solo cuenta con un hospital para cuidados intensivos.
El enorme número de casos y muertos por coronavirus en Manaos ha llevado a la instalación de un hospital de campaña en colaboración con el sector privado.
COVID-19 en Brasil
Mientras que solo el estado de Amazonas contabiliza hasta este martes 2,270 casos y 193 muertos confirmados por COVID-19, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, continúa negando la gravedad de la situación.
El mandatario brasileño ha demeritado la gravedad del virus desde que se dio a conocer, primero negando su existencia y luego calificándolo como una “gripecita” pasajera.
A principios de abril el mandatario incluso solicitó a su pueblo terminar con la cuarentena y volver al trabajo, a pesar de que el ministerio de salud advirtió del enorme riesgo sanitario que el coronavirus representaba.
Recientemente, Bolsonaro participó en una manifestación para solicitar el fin de la cuarentena y la reactivación de la economía de Brasil.
Mientras tanto, el sistema de salud brasileño batalla para darse abasto con la cantidad de casos, siendo la nación sudamericana la más afectada de Latinoamérica, con 45.757 infectados y 2.906 muertos por la enfermedad, agregando que solo se trata de los casos detectados mediante pruebas.
Además, el 51.5 % de los afectados se encuentra “en aislamiento social o en el hogar”, lo que significa que un enorme porcentaje aún no quiere cumplir con la medida o no está en posibilidad de hacerlo.
Luego de que se presentara el primer caso de coronavirus en una indígena de una comunidad aislada, la preocupación de los expertos es que el virus alcance las poblaciones del Amazonas, donde un brote sería desastroso debido a su inaccesibilidad a servicios médicos y la proximidad en que viven.