Díaz-Canel apuesta por el turismo chino: “representa una oportunidad enorme para Cuba”

Esta propuesta parece más una estrategia de supervivencia que una solución efectiva a la crisis que atraviesa el sector. (Captura de pantalla © CVI – YouTube)

Durante su intervención en la Feria Internacional de Turismo FITCuba 2025, el mandatario cubano Miguel Díaz-Canel presentó al turismo chino como una “oportunidad enorme” para la recuperación de la industria turística en Cuba, un sector que, según los últimos datos, atraviesa una crisis sin precedentes.

Sin embargo, la afirmación de Díaz-Canel no logra ocultar la gravedad de la situación actual: la isla ha visto una caída alarmante en la llegada de turistas internacionales, lo que pone en duda las metas de crecimiento y restauración que el gobierno insiste en mantener.

Según los últimos informes de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI), Cuba recibió apenas 759.641 viajeros internacionales entre enero y marzo de 2025, una disminución del 22.7% respecto al mismo periodo del año anterior. Cabe señalar que los datos del primer trimestre de 2025 ya se encontraban por debajo de los niveles pre-pandemia, lo que refleja una crisis prolongada en el sector. La meta oficial del gobierno, que busca alcanzar los 2.6 millones de turistas para finales de este año, parece cada vez más inalcanzable.

No obstante, esta propuesta parece más una estrategia de supervivencia que una solución efectiva a la crisis que atraviesa el sector. Las expectativas sobre la capacidad del turismo chino para compensar la pérdida de turistas canadienses y rusos son optimistas, pero irrealistas.

Cuba entrega a los chinos el hotel Copacabana en modalidad de arrendamiento – https://t.co/YUPwxLzl8q

— Jesús Miguel Medina (@nightniebla1) May 4, 2025

Insistir en un turismo proveniente de China, un país tan lejano y con tantas barreras logísticas, económicas y culturales, no parece una solución realista. Esta estrategia recuerda a la fallida apuesta por el turismo ruso, que nunca logró convertirse en un pilar sólido para la economía cubana.

Cuba intentó durante años atraer turistas rusos a través de acuerdos comerciales y vuelos directos, pero el mercado nunca alcanzó el volumen esperado. A pesar de algunos avances iniciales, el colapso del turismo ruso en 2025, con una caída histórica en las visitas, pone de manifiesto lo arriesgado que puede ser depender de mercados lejanos y poco consistentes.

Aunque la iniciativa del turismo multidestino puede atraer cierto interés, no cambia el hecho de que Cuba ha perdido una parte significativa de su cuota en el mercado global. La falta de infraestructura adecuada, la escasez de divisas y la creciente inestabilidad económica siguen siendo barreras insalvables para un crecimiento sostenido en el sector.

El poder adquisitivo de los turistas chinos es considerablemente inferior al de otros viajeros provenientes de países como Canadá y las naciones europeas, lo que significa que gastarán menos una vez en Cuba. Además, el costo del viaje desde China, dado su precio elevado y la distancia, representa una barrera económica adicional.

A diferencia de los turistas canadienses o europeos, para quienes los vuelos directos a Cuba son más accesibles y relativamente baratos, los turistas chinos ya enfrentan un costo elevado solo para llegar al destino. Esto limita aún más su capacidad de consumo en la isla.

El sucesor designado por Raúl Castro también habló sobre la “transformación digital” en el sector turístico, una medida que, aunque necesaria, no resuelve los problemas estructurales que enfrenta la industria. Las iniciativas para diversificar la oferta turística, como el turismo de salud, agroecológico y comunitario, no han logrado reactivar el sector de manera significativa.

La falta de infraestructura de calidad, junto con las restricciones económicas internas y los bajos salarios de los trabajadores del sector, sigue afectando la capacidad de Cuba para atraer turistas extranjeros.