¿Díaz-Canel miente o incita a una revuelta popular?

El régimen utiliza la práctica de fabricarles delitos comunes a los disidentes para que no queden registrados como presos políticos. (Captura de pantalla © Presidencia de Cuba – YouTube)

A juzgar por las recientes declaraciones del mandatario Miguel Díaz-Canel en una entrevista a modo hecha por el periodista español Ignacio Ramonet, mismo que escribió el libro 100 horas con Fidel, solo hay dos posibilidades: miente descaradamente o está incitando a una revuelta popular.

Según el primer secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC), los cubanos que se manifiestan “en contra de la Revolución” no reciben “una respuesta represiva”.

“Muchas de esas personas han estado financiadas por proyectos subversivos del Gobierno de los Estados Unidos y reciben dinero con sistematicidad para aprovechar coyunturas como esa y manifestarse en contra de la Revolución (…) No tiene una respuesta represiva, pueden tener una respuesta popular”, añadió.

El principal temor de los cubanos para exigir sus derechos, protestar para que se arreglen las cosas y exigir un cambio de régimen que ha demostrado ineficacia en 65 años, es la represión de los cuerpos policiales y/o de los agentes de la Seguridad del Estado vestidos de civil, tal y como sucedió el 11 de julio de 2021.

Como consecuencia de esas protestas masivas, el régimen comunista modificó su Código Penal para hacer más duras las penas para los que protestan contra el comunismo e, incluso, se añadió como delito hablar mal de los dirigentes en las redes sociales.

La declaración de Miguel Díaz-Canel sobre la supuesta no represión podría ser una invitación a salir a las calles a protestar de forma masiva, sobre todo en estos días donde se reactiva la crisis energética con intensos apagones, escasez crónica de alimentos y servicios deficitarios de salud y educación. En definitiva, según el sucesor de Raúl Castro, en Cuba no hay represión a la disidencia política.

Sin embargo, como un buen alumno de la familia Castro, es claro que el mandatario designado miente descaradamente, tal y como en su día lo hicieron ante la opinión pública Fidel y Raúl. Ambos hermanos negaron que en Cuba se repriman las manifestaciones y que haya presos políticos.

En un sistema judicial coludido por el control absoluto del PCC, ha sido frecuente la práctica de fabricarles delitos comunes a los disidentes para que no queden registrados como presos políticos.

Otro comportamiento mezquino del santaclareño de 64 años fue culpar a EEUU de todos los males de la Isla. “En 2019 este país recibía ingresos por exportaciones a partir de nuestras producciones exportables y competitivas en el mercado internacional, porque había una vitalidad de la actividad económica del país; el país recibía una cantidad importante de remesas; recibía ingresos notables por la actividad turística (…)”.

“Teníamos créditos de varias instituciones financieras, créditos gubernamentales de países con los que tenemos muy buenas relaciones y también créditos de programas, de agencias, que nos permitían elaborar y apoyar proyectos”, explicó durante la entrevista antes de culpar a Donald Trump, que hace casi cuatro años salió de la Casa Blanca.

Las sanciones de la Administración de Donald Trump tuvieron “un impacto tremendo, sobre todo, de presión en inversionistas extranjeros, en los que ya han invertido, en los que pensaban invertir”. Según el presidente cubano, también EEUU “ha presionado y aplicado muchas sanciones contra países amigos y hermanos que nos suministraban establemente combustible. Por lo tanto, empezamos a tener déficit de combustible; empezamos a tener déficit de disponibilidad de divisas”.