«El estado nutricional es clave» para enfrentar la COVID-19, afirma el Minsap

Para la recuperación de la COVID-19 especialistas recomiendan una alimentación adecuada. (Foto: Periódico Cubano)

“El estado nutricional es clave en la recuperación” de la COVID-19, afirmó Dr. Carlos E. Herrera Cartaya, especialista en Medicina Intensiva y Emergencias del hospital “Arnaldo Milián Castro”, al periódico Vanguardia, de Villa Clara.

En medio de la escasez que vive Cuba estas palabras podrían parecer una burla. ¿Cómo se garantiza una dieta balanceada cuando poner comida sobre la mesa ya es una odisea?

“Existen cuatro nutrientes básicos a tener en cuenta: proteínas, grasas no saturadas, micronutrientes y antioxidantes”, explicó el médico. “En este sentido, recomendamos el consumo de alimentos frescos, verduras, hortalizas y frutas, ricos en vitaminas A, C, D, E, y minerales”.

También es importante para fortalecer el sistema inmunológico “garantizarse un consumo adecuado de proteínas, y no recurrir a dietas con exceso de grasas saturadas y carbohidratos”.

Podría parecer que el Dr. Herrera Cartaya está alejado de la realidad. Sin embargo, su recomendación llega como profesional ante la pregunta, tal vez realizada con inocencia por parte de la periodista. “¿Qué dieta recomienda durante el período de recuperación?”, quiso saber la joven.

El especialista ofreció también algunos consejos para facilitar la recuperación de los convalecientes de la enfermedad. “Es importante garantizarles los cuidados básicos: una correcta alimentación, hidratación, descanso, permanencia en una habitación ventilada, reposo en posición boca abajo, tranquilidad emocional, así como medidas higiénicas imprescindibles”, insistió.

Durante la entrevista, Herrera Cartaya reconoció que el Ministerio de Salud Pública de Cuba (Minsap) maneja de forma incorrecta la cifra de fallecidos por el nuevo coronavirus.

“El hecho de que la prueba de PCR sea negativa en ningún momento significa que el paciente se curó. Ya hemos explicado que la COVID-19 es una sola enfermedad que evoluciona en diferentes etapas, en las cuales los individuos pueden ser positivos a la prueba de PCR (fase temprana), o negativos a esta (fase pulmonar e inmune)”, aclaró.

“Si después de un PCR negativo, una persona continúa con síntomas, debe considerarse enfermo. La desaparición de estos constituye el hecho fundamental para considerar la cura; por lo tanto, los criterios de alta médica deben basarse, fundamentalmente, en la clínica del paciente”.

El Minsap considera como fallecidos a causa de la enfermedad a aquellas personas que se mantenían positivas al momento de la muerte.