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El Gobierno continúa el envío de médicos cubanos al epicentro del COVID-19 en Venezuela
Hasta el momento hay más de 270 galenos cubanos que han llegado al territorio venezolano para realizar pesquisas de pacientes con COVID-19
El Gobierno continúa el envío de médicos cubanos al epicentro del COVID-19 en Venezuela. (Foto referencial: Willy Casanova-Twitter)
A pesar de las denuncias sobre la poca protección que les brindan y los casos de contagios registrados, los médicos cubanos siguen siendo enviados a Zulia, epicentro del coronavirus en Venezuela.
Más de 270 galenos cubanos han llegado al territorio para realizar pesquisas de pacientes con COVID-19 según informó este domingo el alcalde de Maracaibo, Willy Casanova a través de un programa de Venezolana de Televisión.
Según Casanova, la Comisión para el Control y la Prevención del COVID-19, presidida por el Gobierno de Nicolás Maduro, decidió el traslado de la que llaman “Brigada de Médicos Cubanos Militares”.
Los 270 especialistas cubanos se suman a más de 2000 que ya estaban desplegados en ese estado de Venezuela, fronterizo con Colombia.
Casanova aseguró además que se tienen identificados 65 sectores de la ciudad capital donde el virus está moviéndose con mayor fuerza.
El funcionario chavista señaló que se movilizó a 37 agentes del orden para vigilar que se cumpla la cuarentena en estos sectores de Maracaibo, donde según él “se garantiza la atención médica y todas las medidas de prevención y de bioseguridad a todos los pacientes con COVID-19”.
Todo el estado de Zulia, cuya capital tiene 16 “hoteles hospitalarios”, está en cuarentena estricta y radical, según las autoridades, aunque no se sabe si los “médicos cubanos militares” trabajan o trabajarán en las mencionadas instalaciones.
Las misiones médicas, especialmente las que se encuentran en Venezuela, han sido denunciadas por la explotación de sus trabajadores y las condiciones infrahumanas en que los mantienen.
Además de quedarse con hasta el 90% del salario que le corresponde a los médicos, el régimen cubano no les garantiza seguridad, equipos de protección básicos, mientras los obligan a atender a pacientes de COVID-19 en el país sudamericano y a realizar pesquisas.
