El periodista Orelvis Cabrera sigue detenido por participar en el 11J

Cientos de personas siguen detenidas tras protestar el 11J. (Foto: Periódico Cubano)

El periodista independiente Orelvis Cabrera Sotolongo es una de las personas detenidas por participar en las protestas masivas contra el castrismo ocurridas el pasado 11 de julio en Cuba.

José Antonio Fornaris, director de Asociación Pro Libertad de Prensa (APLP), comentó a Radio Televisión Martí que el comunicador está acusado de “desorden público” y existe la probabilidad de que se le dicte un año de privación de la libertad.

Fornaris también dijo que Cabrera Sotolongo, colaborador de CubaNet, es el único periodista detenido de todo los que se encuentran afiliados a dicha organización.

Asimismo comentó que el régimen lo mantiene recluido en la Unidad de Instrucción Provincial de Matanzas y no se ha confirmado una fecha para su juicio.

Según un reporte general de la APLP, un total de 19 comunicadores fueron víctimas de los actos represivos ordenados por el gobierno cubano ante el estallido social en más de 50 puntos de la Isla. La Asociación indicó que ocho están bajo encarcelamiento, dos en prisiones del Estado y cinco en reclusión domiciliaria.

“También se reportó el allanamiento a la casa de José Antonio López Piña en el Cristo, Santiago de Cuba y una amenaza de muerte, un tanto disfrazada, en Santa Clara contra Carlos Manuel Torre Fleites”, comentó Fornaris.

Torres Fleites asistió un interrogatorio donde un agente de la Seguridad del Estado amenazó con apresarlo y además le dijo que “en estos días cualquiera se muere de COVID-19”.

APLP también mencionó los casos de Esteban Rodríguez y Yuri Valle, quienes fueron detenidos antes del estallido social.

El Observatorio Cubano de Derechos Humanos detectó que cerca de mil personas fueron arrestadas o desaparecidas por participar en las manifestaciones contra la continuidad del comunismo en la Isla.

La mayoría de los arrestados están siendo sometidos a procesos judiciales sumarios que violan la constitución cubana por no permitir una defensa efectiva de los acusados que enfrentan cargos de “atentado”, “desorden público”, «desacato» y “propagación de epidemia”.

Los juicios están bajo el control de la policía política y, a través de ellos, se están emitiendo condenadas que podrían ser de hasta 20 años de cárcel.