El poema que Manuel de la Cruz dedica a la rebeldía cubana del 11-J

Manuel De la Cruz se pronuncia con un poema sobre rebeldía del pueblo cubano (Foto: Manuel De la Cruz – Facebook)

El activista cubano y artista escénico, Manuel de la Cruz, conocido como el payaso Desparpajo, dejó este 26 de julio un poema en honor al día en que el pueblo cubano se alzó en rebeldía contra el sistema comunista que lo oprime.

Se trata de una serie de versos que con rima, De la Cruz describió lo que significó y lo que aún significa para Cuba y el mundo el despertar del pueblo del pasado domingo 11 de julio. Cabe recordar que este joven actor, fue detenido por el régimen de Miguel Díaz – Canel por prestar su colaboración al Movimiento San Isidro, así que quien mejor que él para hablar de los vejámenes que se viven en la isla.

El arresto que ocurrió junto con el de Luis Manuel Otero Alcántara, se dio desde su propia casa, el pasado mes de abril, fue denunciado por varios reporteros independientes, artistas y activistas, y fue confirmado por su padre.

El delito nunca quedó claro, pues para el gobierno cubano no existe más razón que ser disidente a su ideología porque Desparpajo fue arrestado cuando se disponía a repartir dulces a los niños del vecindario, y allí denunció estar bajo hostigamiento policial.

De la Cruz aseguró que las autoridades castristas planean imponerle cargos de “resistencia” por un crimen que él no cometió.

De allí que la rebeldía de un pueblo que decidió despertar para no ser el mismo, fue el motivo de inspiración del artista en una serie de estrofas que relatan cuánto significa para Cuba, la libertad que se acerca.

«11-J»

Parecía que aquel desamparo
que por años mi tierra encubría
iba eterno a ser, más vino el día
en que Cuba lloró fuerte y claro.

No hubo angustia de tiempos pasados
que no fuese aquel once llorada.
Allí, Cuba, de manos tomada
le dio al miedo el final esperado.

Sin poder ni siquiera salvarnos
a ningún salvador le clamamos,
pero fue ese clamor que lloramos,
ese mismo, quien pudo guiarnos.

Los dispersos de pasos quebrados,
destetados de su madre, oyeron
el gemir de un hermano y gimieron.
El dolor fue uno solo, y fue honrado.

La esperanza cual faro ha alumbrado
y la gloria hacia Cuba navega,
en su barco promete la entrega
del consuelo a aquel llanto sagrado.

Mientras seca la lágrima negra
y mi tierra resiste esta afrenta,
el tirano opresor se amedrenta
y la justa venganza se alegra.

¡Es la hora! ¡Les toca su llanto!
¡Asesinos sin patria y sin alma!
El mambí nos alzó como palmas
y en el cielo se escucha este canto:

A la paz, los valientes corrimos,
y la patria contempló orgullosa.
¡Ay, tirano! ¡Ay, de ti! ¡Qué penosa
te será la condena! ¡Vencimos!