Emiten las sentencias definitivas contras las hermanas opositoras María y Angélica Garrido

Las hermanas opositoras María Cristina y Angélica Garrido fueron enjuiciadas en Mayabeque por su participación en las protestas masivas. (Foto: Luis Rodríguez-Facebook)

Las hermanas María y Angélica Cristina Garrido Rodríguez recibieron las sentencias definitivas del Tribunal Provincial de Mayabeque por participar en las protestas masivas del pasado 11 de julio, en el municipio de Quivicán.

Radio Televisión Martí informó que María tenía una petición fiscal de 15 años de privación de la libertad, y tras el juicio se le dictó una condena de siete años de cárcel.

En el caso de su hermana, le habían solicitado 10 años de prisión, y su sentencia quedó en tres años. Ambas permanecerán recluidas en la cárcel de mujeres del Guatao.

Luis Rodríguez, esposo de Angélica, comentó a la emisora que gracias al trabajo de la abogada en las audiencias se logró una reducción de la petición fiscal, pese a que la activista enfrentaba varios cargos, entre ellos «indisciplina social», «desacato» y «atentado».

“La abogada demostró en el juicio que, cuando un individuo está en el proceso del desarrollo de un delito, se queda en uno solo, que es el más grave, en este caso sería atentado”, precisó.

Rodríguez agregó que el pueblo de Quivicán respalda la inocencia de las hermanas opositoras, pero no se manifiestan públicamente por el temor a la represión del régimen castrista.

El esposo de María también recordó que ella fue víctima de actos de tortura y agresiones por parte de agentes de la Seguridad del Estado.

“A ella la llevaron para la prisión del Sida y le daban golpes por la cara, la tiraban, la apretaban contra el suelo para que gritara ¡Viva Fidel!, ¡Viva la revolución!”, indicó Rodríguez.

Radio Martí también entrevistó a Michael Valladares, esposo de María Cristina, quien mantuvo la postura de que las hermanas son inocentes y no cometieron ningún delito al estar presentes en el estallido social.

Antes de que finalizara el año, María Cristina compartió desde la prisión unas emotivas palabras para expresar su sentir ante el encierro y denunciar las pésimas condiciones de la cárcel.

“La Seguridad del Estado me castiga por cada letra que escribo, pero yo no puedo dejar de respirar, me asfixia tragarme el duro impulso de expresión que me sostiene y además no puedo permanecer inmutable ante mis propios problemas”, sostuvo.

En la misiva también dijo que en ese momento se encontraba en una celda muy fría que le provocaba síntomas gripales y dolores en la columna, además de un fuerte malestar en las piernas cuando intentaba caminar o sentarse.