En el cementerio de Sancti Spíritus no cabe un muerto más

El cementerio de Sancti Spíritus, ubicado en el reparto Kilo-12, está colapsado y no cabe un muerto más, según refiere un reportaje publicado en el diario local Escambray, que evidencia cómo en la parte trasera del camposanto “resulta imposible caminar por entre las tumbas sin pisar alguna”.

“No tenemos capacidad ninguna; esto está colapsado, prácticamente hay que inventar. La solución es hacer otro cementerio”, confesó al citado medio Omar Ávila, quien ejerce el oficio de enterrador desde hace 20 años.

Jorge Luis Padrón González, administrador del cementerio y cuya tarea asumió hace solo unos meses, dice que la dirección de Servicios Comunales en la provincia conoce del tema y en hace 3 semanas destinó una brigada para construir unos nichos, “unos sobre otros”, para guardar los restos de los cadáveres exhumados.

Sin embargo, la construcción parece ser un paliativo, pero no una solución definitiva.

“Eso resuelve unos días; cuando hagas 50, 100, 200 gaveteros, lo más que podrán caber allá abajo, y se ocupen, ¿dónde vas a hacer más?, ¿tú sabes cuántos se mueren en Sancti Spíritus, una de las poblaciones más viejas de Cuba? Todos los días aquí se entierran cinco o seis fallecidos, hablando por lo bajito; a veces son entre nueve y 10”, dijo Omar Ávila.

Según el funcionario, en el cementerio se da otro problema y es que, llegada la fecha de exhumación, hay muchos familiares que no comparecen para trasladar el cadáver hacia las bóvedas y despejar el área para nuevos fallecidos.

“En estos casos lo que hacemos es exhumar por oficio. A los familiares de esos fallecidos se les ha citado más de tres veces y no comparecen, sucede a menudo. Entonces se exhuma y cuando acuden se les informa la ubicación del sitio donde se colocaron los restos”, explica Padrón González.

La solución definitiva es construir otro cementerio y la instalación de un crematorio, otro método que aligeraría la carga de cadáveres a enterrar pues los familiares se hacen cargo de las cenizas.

“La construcción de un nuevo cementerio junto con el consabido incinerador no ha sido iniciada, como estaba previsto, debido a que las fuerzas constructoras (…) han estado enfrascadas en otras obras dentro del territorio”, explican los directivos de la provincia.

En el caso del incinerador, como tiene que ser importado no ha podido llegar a Cuba a causa de la pandemia. Estuvo previsto que se recibiera en octubre del pasado año, pero no pudo ser.

El reportaje señala como el problema de la falta de capacidades afecta a todos los servicios necrológicos de la provincia. De acuerdo con Demetrio Veloso Olivera, subdirector de Recursos Humanos de la Dirección Provincial de Servicios Comunales, los municipios de Cabaiguán, Jatibonico y Trinidad enfrentan situaciones similares.

“La falta de capacidades afecta en mayor medida a ese cementerio; después está el de Cabaiguán, donde se busca también un área para ampliar; el de Jatibonico, al que se le creó al lado una ampliación con capacidad de enterramiento; y Trinidad, donde hay dos cementerios viejos, con no muchas capacidades ya”, explicó Veloso Olivera.