En medio de la crisis energética y económica, Cuba aprueba normas para desarrollar parques científicos

A partir de hoy entra en vigor un grupo de normas jurídicas en Cuba relacionadas con la creación y desarrollo de Parques Científico-Tecnológicos (PCT) y Empresas de Ciencia y Tecnología, indormó Cuba Sí.

El primer paquete de regulaciones de la política para el perfeccionamiento del Sistema de Ciencia, Tecnología e Innovación en el país, está conformado por un decreto de ley y tres resoluciones.

La Gaceta Oficial de la República de Cuba de este 7 de noviembre contiene el Decreto-Ley No. 363 de los Parques Científico y Tecnológicos y de las Empresas de Ciencia y Tecnología intermediarios entre las Universidades y entidades de Ciencia con las entidades productivas y de servicios.

Esta iniciativa llega en medio de la crisis de combustible, lo que resulta ilógico puesto que instalaciones de esta magnitud resulta muy costosa, no sólo en la construcción, sino en mantenimiento, personal y operaciones.

Si bien otros países como México, España y EEUU se han dado a la tarea de tener o proyectar Parques Científico-Tecnológicos para mejorar su capacidad productiva y ser autosuficientes en ambas áreas, es claro que Cuba no cuenta con los recursos, monetarios o de otro tipo para dar cabida a un proyecto de este calibre.

La energía requerida para los laboratorios, maquinaria y el apoyo requerido por parte del personal para desarrollar investigaciones es más de lo que la Isla podría financiar a mediano o largo plazo.

Aunque de acuerdo con la ministra de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, Elba Rosa Pérez, sostiene que “las nuevas disposiciones legales permitirán sustituir importaciones y crear fondos exportables, la remuneración por la participación en el desarrollo de los proyectos, y la rápida introducción y generalización de los resultados”, el parque no resolvería su rezago tecnológico y la falta de inversión extranjera y por tanto su situación económica.

Mientras que los hospitales de Cuba carecen de equipo adecuado y personal, el transporte público colapsa por la falta de combustible, el servicio eléctrico continúa fallando también por la crisis energética y los cubanos no tienen acceso a alimentos por encarecimiento o escasez, un parque Científico y Tecnológico resulta una propuesta inviable e irreal para el país.

No obstante, la experiencia comenzará con la inauguración del PCT de La Habana, a la que se sumarán en una primera etapa las casas de altos estudios Marta Abreu de las Villas, la Agraria de Mayabeque y la Tecnológica de La Habana José Antonio Echeverría.