Espirituanas se niegan a tener hijos ante la crisis económica: en 2022 hubo 347 nacimientos menos

En toda la provincia, ocurrieron 3.189 nacimientos durante el año pasado, una cifra inferior a los 3.536 niños nacidos en el 2021. (Captura de pantalla: Centrovisión – YouTube)

Las mujeres cubanas de la provincia de Sancti Spíritus se niegan a tener hijos ante la crisis económica que impera en el territorio. Las cifras de natalidad así lo atestiguan: en 2022, se registraron 347 nacimientos menos que en 2021, con lo cual resulta imposible revertir el preocupante envejecimiento población.

De acuerdo con un reporte del diario oficialista Escambray, en toda la provincia se contabilizaron 3.189 nacimientos durante el año pasado, una cifra inferior a los 3.536 niños nacidos en el 2021. Los especialistas del Programa de Atención Materno Infantil expresaron su preocupación por el comportamiento demográfico en la provincia, con las consecuencias negativas que ello implica.

“Sin un incremento proporcional de los nacimientos quienes envejezcan mañana o los que se jubilen no tendrán, cuando menos, fuerza de trabajo joven que los reemplacen”, indica el rotativo sobre el fenómeno, que se agrava con el éxodo masivo de la población joven que emigra de la Isla en busca de un futuro mejor.

Además del evidente peso de las condiciones materiales de vida de los cubanos, se enumeran otras causas que pueden incidir en la baja natalidad del territorio. Por ejemplo, que todavía pesan los vicios patriarcales que subyugan a las mujeres; que algunos prefieren concebir fuera de los límites nacionales; que traer a un hijo al mundo es una responsabilidad que se contrae para toda la vida; que las parejas si esperan a tener las condiciones ideales no tienen hijos nunca.

Tampoco se pueden olvidar las condiciones de insalubridad en los hospitales maternos cubanos. En enero pasado, el Ministerio de Salud Pública (Minsap) reconoció la muerte de 10 bebés recién nacidos en el Hospital Ginecobstétrico de Diez de Octubre, como consecuencia de una infección provocada por falta de recursos.

Muchas de estas causas están identificadas desde hace años, pero según reconoce Escambray, las políticas públicas implantadas por el Estado no han logrado contrarrestar el comportamiento de las parejas cubanas.

Paradójicamente, hay otro problema que preocupa a los directivos del Programa de Atención Materno Infantil: el alto número de embarazos en adolescentes, pues ello conlleva “riesgos, tanto físicos como emocionales, para la madre y su bebé”, ya que la joven todavía no está preparada para enfrentar la gestación.

En 2021, Cuba cerró con el número más bajo de nacimientos (99.096) y la mayor cifra de muertes (167.645) de las últimas seis décadas, según el Centro de Estudios Demográficos (CED) de la Universidad de La Habana (UH).

La previsión de la población de la Isla es que para el 2030 las personas de 60 años y más serán 3.3 millones, casi un tercio del total de 11 millones, una cifra que ha quedado estancada en el tiempo.