Familia cubana varada en Panamá continúa su lucha jurídica para evitar la deportación

Familia cubana sigue varada en Panamá (Foto: Periódico Cubano)

La familia cubana varada desde hace casi un mes en el aeropuerto de Panamá mantiene en pie una lucha jurídica para evitar la deportación a la Isla y volver a su lugar oficial de residencia, Surinam.

Nueva información compartida a la redacción de Periódico Cubano señala que la familia, conformada por madre, padre y dos hijos, tiene una acción de habeas corpus ante la Suprema Corte de Justicia del país centroamericano para agilizar el proceso a su favor.

Además siguen buscando el refugio a través de la Oficina Nacional para la Atención de Refugiados (ONPAR) que en una primera ocasión les negó este estatus por no cumplir con ciertos requisitos.

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La familia ha dejado en claro que la búsqueda del refugio no es para quedarse a vivir en territorio panameño, la intención es evitar la deportación en lo que se logra el traslado a la nación sudamericana.

A ello se le suma que un equipo de abogados están analizando una petición de medidas cautelares a favor de la familia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

En medio de todo este problema, los niños han vivido un trato muy desagradable por parte de las autoridades migratorias panameñas y ni una organización encargada de proteger a menores se ha acercado para garantizar una buena atención hacia ellos.

La hija sufrió un ataque de pánico cuando recibieron la amenaza de ser deportados a Cuba, mientras que su hermano presentó problemas dolores en los pies y necesitó una silla de ruedas para poder desplazarse.

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Además, migración panameña los encerró en un cuarto con alto aire acondicionado que impidió dormir a los niños, quienes la mayoría del tiempo solo han podido consumir comida chatarra.

Los integrantes de la familia abandonaron la Isla porque eran víctimas de persecución política al ser Testigos de Jehová y si regresan volverán a vivir esta represión.

Su odisea migratoria inició cuando viajaron a México para pasar un fin de semana en Cancún, pero las autoridades locales no les dieron entrada ante la idea de que se iban a quedar a residir en este país.

Los integrantes de la familia fueron devueltos a Panamá y posteriormente los movilizaron a Guyana para que regresen a Surinam, pero como este país cerró sus fronteras por la pandemia, las autoridades guyanesas los volvieron a retornar a la nación centroamericana.

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Migración de Panamá empezó a decir que la familia estaba utilizando visas falsas, lo cual nunca fue comprobado debido a que México no soltó una alarma migratoria y además estos documentos fueron arrancados de los pasaportes.

En un intento para consumar la deportación, migración panameña se atrevió a decir que la familia no iba a tener problemas en Cuba porque en este país “se respetan los derechos humanos”.

Para decir eso, las autoridades centroamericanas se basaron únicamente en información de medios oficialistas y publicaciones del régimen castrista en redes sociales.