Trabajadores sociales maltratan a una familia enferma en Sancti Spíritus

Familia enferma denuncia maltrato por parte de trabajadores sociales en Sancti Spíritus. (foto ilustrativa: MPerezC-Twitter)

Una madre de familia que padece de diabetes e hipertensión acudió a entrevistarse con los trabajadores sociales de Sancti Spíritus para ver si podía recibir ayuda debido a su compleja situación familiar, pero denunció que, lejos de recibir apoyo, terminó siendo maltratada y ofendida.

La mujer, cuyo hijo es discapacitado y su esposo acaba de ser diagnosticado con una enfermedad, indicó que los trabajadores le dijeron que no calificaba para recibir ayuda.

“La respuesta fue de ofensa y maltrato, que no tenía derecho a nada. Que mi hijo no tiene nada, y mi esposa no quería trabajar. Que se pusieran ambos a trabajar, que yo trabajaba y con mi salario alcanzaba”, indicó Frank Ernesto Delgado Echemendía, esposo de la cubana, al medio oficialista Juventud Rebelde.

De acuerdo con Delgado, su hijo de 30 años presentó hipoxia, lo que le provocó un retraso mental desde que nació y una discapacidad para comunicarse.

Indicó que su esposa tuvo que dejar de trabajar para cuidar a su hijo y que además tenía una hija de 20 años, la cual estudia medicina.

Delgado indicó que fue diagnosticado con síndrome nefrótico crónico, por lo que su mujer fue a pedir ayuda a los trabajadores sociales, pues su único ingreso son 2.660 pesos y no pueden mantenerse ante la reciente alza de precios en la Isla.

“Mi temor ahora, dice, es que mi enfermedad al final termine en una insuficiencia renal. ¿Qué será de la vida de mi hijo? Mi esposa es diabética e hipertensa y padece de la enfermedad de la gota”, indicó.

El padre de familia aclaró que están acudiendo a pedir ayuda únicamente para su hijo, para poder alimentarlo en caso de que él tenga que dejar de trabajar debido a su enfermedad.

También indicó que nunca habían solicitado apoyo al Gobierno cubano, pues su trabajo lograba solventar sus necesidades antes de la denominada Tarea Ordenamiento.

“¿Que sensibilidad y valores humanos tienen para tratarnos así?”, cuestionó sobre los trabajadores sociales.

“¿Qué culpa tiene mi hijo? A mí me duele verlo metido las 24 horas en la casa, porque no le gusta el roce social. Se altera. Yo sufro en silencio. Que se ponga en mi lugar cualquier persona. Nosotros estamos luchando por una ayuda por discapacidad para que el día que yo o su mamá no estemos, tenga algo para poder mantenerse”, añadió.