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Fiscalía pide hasta 16 años de prisión a manifestantes del 11J en Bayamo
“Ellos salieron a expresar todo eso que tenían guardado dentro de sus corazones y era exigir libertad»
La Fiscalía pide hasta 16 años de privación de libertad para 17 manifestantes del 11J en el municipio Bayamo, en Granma, por supuestamente incurrir en actos vandálicos y/o atentar contra mandos militares y propiedades del Ministerio del Interior (Minint).
Geiler Flores Fonseca, vocero provincial del opositor Partido Republicano de Cuba, dijo a Martí Noticias, que los acusados atacaron a una patrulla el día de las protestas. Sin embargo, fueron los policías “los primeros que empezaron a agredir a las personas del pueblo que estaban desfilando espontáneamente y ellas, simplemente, trataron de defenderse”.
Los manifestantes de Bayamo serán juzgados por delitos de “atentado”, “resistencia”, “desórdenes públicos”, “desacato” y “daños”. La Fiscalía les pide sanciones que van desde dos a 16 años de privación de libertad, según el grado de participación en los hechos.
“Ellos salieron a expresar todo eso que tenían guardado dentro de sus corazones y era exigir libertad, que es lo que tanto anhela el pueblo cubano”, señaló Flores Fonseca al citado medio de prensa.
Los participantes en el estallido social que serán procesados son: Abel Quevedo Miranda, Ariel Axel López Ramírez, Bryan Eladio Vega Véliz, Carlos Rafael Ramírez Quiñones, Emmanuel López Martínez, Javier Rafael Paneque Oliva, Jenry Osmar Sánchez Aparicio, Jorge Iván Día Puig, Juan Alberto Matos Masó, Levys González Piedra, Luis Arnaldo Leyva Pérez, Maikol Fabián Figueredo Carbonell, Rafael Cutiño Bazán, Ricardo Fernández Osorio, Roberto Sosa Cabrera y Yoel Consuegra Ávila.
El vehículo del Minint al que los acusados atacaron transportaba alrededor de 50 represores no uniformados, dispuestos a golpear a los ciudadanos que tomaron las calles para exigir sus derechos.
Bayamo fue uno de los municipios que se sumó a las protestas de 11J a gritos de “Libertad”, “Patria y Vida” y “No tenemos miedo”. Ese día, ellos y cientos de cubanos dejaron el temor a un lado para pedir el fin de la dictadura y una mejor vida, como nunca antes desde la llegada al poder de los Castro.
