Funcionario de ETECSA que abusó de una menor queda libre tras ser absuelto en Matanzas

Tribunal provincial de Matanzas. (Imagen de referencia: Tribunal Provincial Popular de Matanzas).

Un directivo del monopolio estatal de telecomunicaciones, Etecsa, abusó sexualmente de una menor, y tras un largo proceso legal, fue absuelto por la ley.

De acuerdo con el reporte de ADN Cuba, en 2019, Tomás Ávila Milián abusó de una menor de 11 años, familiar consanguíneo suyo, y aunque hubo pruebas en su contra, el funcionario fue liberado impune.

El caso fue denunciado por la madre de la menor, Eddy la Rosa Cárdenas, quien desde hace dos años lucha por que su hija, ahora de 13 años, obtenga justicia luego de las secuelas psicológicas que le ha representado el episodio.

Aunque la Fiscalía Municipal de Matanzas presentó pruebas, que incluyeron las valoraciones física y psicológica de la menor, en el juicio realizado el pasado 8 de enero, las mismas fueron desestimadas por las autoridades.

El pasado 2 de marzo una fiscal citó a La Rosa Cárdenas para informarle, verbalmente, las razones de la absolución del acusado del caso 7720/209, aunque no le entregó ningún documento que probara la sentencia –o la ausencia de la misma.

Según la fiscal que la atendió, que no es la que lleva su proceso, el tribunal alega que no existe relación entre lo contado por la menor y las declaraciones de los testigos de la defensa, los cuales son familiares del acusado.

Al respecto la periodista y feminista Marta María Ramírez dijo al citado medio que lo que se registró en este caso fue un episodio de violencia institucional.

“Toda la violencia que se ejerce contra nosotras y nuestros hijos está avalada por una complicidad de buena parte de las personas que nos rodean, familiares, amigos, vecinos, incluido el Estado que no hace nada para prevenir ni protegernos”, añadió.

La única prueba tomada en cuenta por la instancia que dictaminó la sentencia fue la exploración psicológica, realizada por un psicólogo del Centro de Evaluación, Análisis y Orientación a Menores (CEAOM), cuyos datos hicieron que en el pasado el caso fuera archivado.

“El psicólogo plantea que la niña estuvo ambivalente, dispersa, fría, solo mostró emociones a la hora de hablar de relaciones sociales, que la sentía manipulada e inducida por mí a todo esto”, indicó la madre.

A esto se suma el daño psicológico que ha sufrido la menor durante todo el proceso, entre el abuso, la confrontación y el sometimiento por “protocolo” a cuatro validaciones: una en La Habana, dos en Medicina Legal y una en el centro de menores en Matanzas; ninguna de las cuales fue considerada por el Tribunal.

La Fiscalía presentó un recurso de apelación por inconformidad con la sentencia emitida por el Tribunal Municipal de Matanzas, sin embargo, el límite temporal para obtener una respuesta no existe, además de que al final la misma podría ser negativa.

“En el periodo de un año y diez meses el caso ha sido archivado, luego reabierto con demoras y morosidad en todos los protocolos. Ahora me dicen que no hay límite de tiempo para responder a la apelación, cuánto tengo que esperar para que me digan que sigue absuelto o que hagan un juicio oral y no se presente. Esto hay que limpiarlo desde el principio. Todo está manipulado y mal hecho desde el inicio”, expresó la madre con indignación.

Un informe del Centro Docente de Rehabilitación del Neurodesarrollo Rosa Luxemburgo de Matanzas desmintió lo declarado por el psicólogo del CEAOM, al declarar que las actitudes y declaraciones de la menor corresponden con los de una víctima de abuso.

“La niña presenta síntomas psicológicos frecuentes en las menores víctimas de abusos lascivos: depresión, baja autoestima sentimiento de culpa y vergüenza ante familiares y amigos y ansiedad de separación”, expresa el documento.

Por su parte, la abogada Laritza Diversent, directora ejecutiva de Cubalex, argumenta que “en ese proceso hay negligencias porque el Estado no actuó diligentemente.

“No es el único caso. En primer orden las víctimas no tienen acceso a justicia porque no acceden al proceso penal y eso garantiza, en este caso, la impunidad del agresor. El gobierno está mandando un mensaje claro: los agresores pueden abusar o violar que quedarán impunes”, declaró.

En el Código Penal cubano el Abuso Lascivo es considerado un delito menor que puede sancionarse hasta con la imposición de una multa de 100 a 300 cuotas.

Las penas registradas en el Artículo 300 del código van desde tres meses de cárcel hasta cinco años como máximo, por lo que la víctima podría encontrarse de nuevo con su abusador antes de cumplir siquiera la mayoría de edad.

La impunidad de la que gozan abusadores y violadores en Cuba, amparados por las leyes cubanas, ha sido denunciada en múltiples ocasiones por activistas y colectivos feministas.

Todo esto ocurre mientras las autoridades siguen considerando innecesaria una Ley Integral contra la Violencia de Género, y sin actualizar las tipificaciones y sentencias de delitos como el abuso sexual, estupro e incesto.