Gobierno esconde muerte de niña de 4 años, es la “primer” menor fallecida por COVID-19 en Cuba

Una niña de 4 años falleció por COVID-19 en La Habana, convirtiéndose, supuestamente, en la primera menor de edad que muere por la enfermedad en la Isla, aunque ya que el gobierno no ha reportado el caso se teme que haya más.

El caso fue denunciado por Leyan Pérez, quien explicó que su hija fue ingresada desde el 5 de marzo al Hospital Pediátrico “Juan Manuel Márquez”, en el municipio de Marianao, en la capital cubana, por un tumor maligno en el hígado.

La muerte de la pequeña, ocurrida el 7 de abril, se encuentra rodeada de irregularidades, pues implica no solo que el gobierno oculta cifras de fallecimientos, aún de menores de edad, sino que se habría contagiado dentro del mismo hospital, pues la familia afirma que llegó sin COVID-19.

A la menor se le practicó una prueba PCR al ingresar al centro médico, la cual salió negativa y los padres incluso pudieron acercarse a la menor mientras estuvo internada, acompañándola de cerca y tomándole fotografías.

No obstante, al informarles de su defunción, se les indicó que la niña había fallecido a causa del coronavirus, pese a lo cual su muerte no ha sido publicada en ningún medio oficial, ni reportada en el boletín diario del Ministerio de Seguridad Pública (Minsap).

“Nos hemos dirigido a los canales correspondientes: ejemplo de uno de ellos es que llamamos al número telefónico que informan en los partes del doctor Duran García y no hemos tenido respuesta por parte del jefe Vidal y la operadora no.5, que nos atendieron”, explicó el padre en su publicación.

A esto se suma que las autoridades del hospital cremaron el cuerpo sin siquiera dejar que sus familiares lo vieran antes y sin pedirles autorización tampoco.

En otra publicación, una amiga de la familia añadió que los médicos también se negaron a darles detalles del tratamiento que recibió la menor, a pesar de que es obligación del personal hacer ese tipo de aclaraciones a los familiares, en especial con menores de edad.

“El día que fallece la niña, el padre preguntó muy preocupado cuál fue el último medicamento que le pusieron a su hija, en realidad nunca supo qué medicamento le estaban poniendo a su hija, sólo le dijeron que ‘¿para qué él quería saber eso?’, aún el padre no tiene la respuesta que merece, ni siquiera pidieron despedirse, sólo con sus cenizas”, escribió Catalina Martín, también en Facebook.

El caso deja ver entonces la falta de control de la enfermedad por parte de las autoridades en centros de salud, pues pacientes con cáncer, VIH, así como recién operados y con cualquier enfermedad que comprometa sus defensas, deberían estar completamente apartados de las áreas con enfermos de COVID-19, precisamente para evitar el contagio.

La pequeña, paciente de cáncer y recién sometida a cirugía, debió estar en un área segura y esterilizada, sin el riesgo de contagiarse de COVID-19.

Asimismo, el hecho de que su caso no haya sido reportado, aumenta las dudas sobre la credibilidad del régimen en cuanto a sus cifras oficiales, a pocos días de que se descubriera que escondió la presencia de las nuevas variantes del COVID-19 en la Isla, la cual negó por meses.

Con esto, podría suponerse que hay más casos de menores fallecidos por el virus que no han sido reportados, tal como han denunciado organizaciones internacionales como la Universidad John Hopkins, que desde el 2020 afirma que hay más contagios y muertos en Cuba de los que el gobierno reporta.