Gobierno había ofrecido opciones no viables de vivienda a víctimas de un derrumbe en La Habana

Las opciones de vivienda que ofreció el gobierno cubano a las víctimas de un derrumbe en el barrio de Miramar, en La Habana, no eran viables y además, posteriormente, se las cancelaron por motivo de un huracán.

Una familiar de las personas fallecidas en este colapso, una niña de 13 años y su madre, declaró ante Radio Televisión Martí que el gobierno ofreció primero una casa que no cumplía los parámetros porque en ella iban a vivir en hacinamiento.

“Cuando nos ofrecieron esa vivienda éramos 16, primos, hermanos, tíos, madre y abuela”, recordó Amparo González, agregando que este predio solo tenía dos cuartos y medio para albergar a lo máximo unas 8 personas.

Luego, las autoridades les propusieron un “plan de esfuerzo propio” en donde supuestamente les iban entregar el dinero y materiales para que la familia construyera su vivienda, además de pagar una cuota mensual.

Pero cuando fueron con los documentos solicitados a la oficina de vivienda les dijeron que el apoyo fue desechado porque lo prometido ahora se iba a destinar a los afectados por el paso de un huracán.

Tras el derrumbe ocurrido en el municipio Playa, donde también resultó severamente lesionada una anciana, la prima de la madre fallecida, Nathalie Lizo González, con residencia en Ecuador, declaró que las víctimas solo tenía el garaje de la casa como único espacio habitable en toda la vivienda.

Lizo González también recriminó que las autoridades manipulen la información diciendo que las fallecidas tenían a su disposición dos apartamentos, cuando la realidad era otra.

“¿Cómo le van a dar dos apartamentos y mi familia no se va a enterar? ¿O no los van a vivir, y deciden vivir en el derrumbe, porque les gusta el derrumbe? Eso no es así, eso es manipulación, eso es mentira”, sentenció la mujer.

En el derrumbe fallecieron la niña Elizabeth Fariñas y su madre Yaney Pinto de 48 años, además que fue hospitalizada con heridas de gravedad la abuela Amparo González de 69 años; en la casa también vivía otra persona que no estaba presente cuando ocurrió la tragedia.

Mientras el régimen se empeña en negociar y dar dinero para la construcción de nuevos hoteles que les generen ganancias millonarias,  una gran parte de la sociedad cubana vive en edificios que están al borde del colapso tanto en la capital como en otras provincias, por la falta de apoyo para su restauración y la  incapacidad del gobierno en superar el déficit de vivienda que actualmente existe en la Isla.