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Gobierno reconoce los altos precios y el desabastecimiento en Cuba
Se hizo una comparación de precios antes y después de la implementación de la Tarea Ordenamiento en 58 municipios
El Gobierno cubano ha reconocido que los principales problemas que afectan a la Isla en estos momentos son los altos precios de los alimentos, el desabastecimiento, la escasez de materia prima en el país y la mala calidad de los productos disponibles.
Los diputados cubanos han llegado a esta conclusión luego de realizar un monitoreo a la implementación de la Tarea Ordenamiento, un resultado algo obvio si se considera que desde hace semanas los cubanos han realizado cientos de denuncias quejándose de los precios tras la medida económica.
Las autoridades admiten luego de un mes que los nuevos precios son muy elevados y han afectado de manera negativa la economía nacional.
De acuerdo con lo reportado por el medio oficialista Granma, la comisión de asuntos económicos de la asamblea castrista realizó inspecciones comprobando los precios minoristas en diciembre de 104 unidades de 58 municipios y comparándolos con los observados en enero.
La investigación reveló quejas en contra de los precios de muchos de los servicios ofrecidos en la Isla, como los de los comedores obreros, el transporte urbano, el saneamiento de fosas de aguas y el Sistema de Atención a la Familia, entre otros.
Los funcionarios también identificaron una serie de fallas en los precios de productos agrícolas y alimentos.
A su vez, se dieron cuenta que varios de los precios de alimentos regulados no coincidían con los establecidos, principalmente en el sector no estatal, donde la falta de abastecimiento de productos agropecuarios, la tardía definición del importe de los materiales de la construcción y la mala calidad del pan, eran algunos de los principales problemas identificados.
Por el momento, no han dado propuesto una solución a las quejas, solo comunicaron sus “inquietudes” sobre la situación a las autoridades cubanas de los lugares donde se detectaron los problemas.
Los cubanos deberán seguir arreglándoselas para obtener alimentos y artículos de primera necesidad, ya sea formándose por horas debido a la escasez o consiguiendo un poco de producto a precios aún más elevados en el mercado informal.