NOTICIAS DE CUBA
¿Hay posibilidad de vida para los 13 desaparecidos en explosión en Holguín?
Desde los primeros años del régimen castrista, el control de la información ha sido un elemento esencial para consolidar y mantener el poder político
La madrugada del pasado martes, una explosión en una unidad militar de la localidad de Melones, municipio Rafael Freyre, dejó un saldo preliminar de 13 desaparecidos, entre ellos soldados y oficiales.
Según informaron las autoridades del Ministerio de las Fuerzas Armadas (Minfar), el accidente involucró material de guerra, lo cual obligó a la evacuación de las comunidades cercanas. Alrededor de 500 personas han sido trasladadas hacia albergues y en las redes sociales hay varias teorías sobre contaminación química debido al color de las llamas que emanan del almacén.
La más reciente actualización sobre el suceso se dio en la noche del pasado miércoles durante un reporte en el Noticiero Nacional. Hasta Holguín se trasladó el general de división Ramón Pardo Guerra, jefe del Estado Mayor de la Defensa Civil, para supervisar la situación. Se informó que los evacuados están en el Politécnico Manuel Rojo Pérez y otros refugios cercanos donde se le garantiza la comida.
Sin embargo, de la situación de los 13 desaparecidos nada se dice. Los familiares critican la falta de acción en las labores de búsqueda y rescate.
En declaraciones para CubaNet, de Jesús Antonio, tío del recluta Liander José García Oliva, de 19 años, explicó que autoridades del Minfar le explicaron que no podían realizar búsquedas por riesgo de nuevas explosiones. Por tal situación se complican las opciones de encontrar con vidas al personal militar que quedó atrapado en el almacén cuando se produjo la explosión.
“Nos dijeron que debíamos esperar 72 horas, pero ya nos comunicaron que no hay probabilidad de vida”, afirmó Jesús Antonio. Relató que los familiares sienten que se han dado por muertos a los jóvenes sin intentar siquiera localizarlos.
“Siento que esos niños todavía están vivos, pero no se está haciendo nada por salvarlos. Los dejaron a la suerte de Dios”, comentan otros familiares en redes sociales. Para los familiares, esta falta de transparencia es un reflejo de la inercia estatal frente a una tragedia que dejó a sus hijos en el olvido. “Arriesgaron a esos jóvenes, pero ahora nadie se arriesga por ellos”, cuestionaron.
El tío de García Oliva hizo un llamado a la unión de los padres de las víctimas para presionar a las autoridades: “Deberíamos unirnos todos los familiares para que dejen de mentir y hagan lo que tienen que hacer: salvar a esos niños o al menos recuperar sus cuerpos”.
En Cuba, el secretismo es una tradición profundamente arraigada en las autoridades comunistas, especialmente cuando se trata del ejército. Desde los primeros años del régimen castrista, el control de la información ha sido un elemento esencial para consolidar y mantener el poder político, evitando cuestionamientos y limitando el acceso del pueblo a datos relevantes sobre la gestión estatal.
Cuando el tema involucra al Minfar este secretismo alcanza su máxima expresión. El ejército es una de las instituciones más opacas del país, escudándose en argumentos de seguridad nacional para justificar la falta de transparencia. La información sobre incidentes militares, operaciones o cualquier hecho relacionado con esta institución suele ser restringida al máximo, difundiendo solo aquello que conviene al discurso oficial.