Informe mensual de Prisoners Defenders refleja más de 380 presos políticos en Cuba

En aumento la represión policial en Cuba. (Foto: Periódico Cubano)

A través de su informe mensual, la organización Prisoners Defenders (PD) indicó la existencia de 381 convictos o condenados de conciencia en las diferentes cárceles del gobierno cubano.

PD detectó durante todo el mes de agosto 117 nuevos presos políticos, la mayoría relacionados con el estallido social contra la continuidad del castrismo el pasado mes de julio.

La organización expresó su preocupación por los opositores encarcelados que están sufriendo un mayor grado de tortura, pese a que no participaron en las protestas, porque fueron detenidos antes de llegar a ellas o los arrestaron en sus casas días después.

El informe hace referencia al caso de las hermanas Garrido Rodríguez y a la desaparición de más de 50 días del líder opositor José Daniel Ferrer, coordinador de la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu).

De igual forma, PD refiere el caso del activista Félix Rodríguez, quien, además de contagiarse de COVID-19, inició una huelga de hambre motivada por el maltrato que sufre en la prisión.

La organización mantiene la misma postura hacia las detenciones arbitrarias del rapero Maykel Osorbo y el artista Luis Manuel Otero, ambos integrantes del Movimiento San Isidro (MSI).

“Nos preocupa también otros que no están preparados para sufrir las situaciones que se viven de represión en la prisión y que pueden afectarlos de por vida, como Hamlet Lavastida”, se añade en el documento.

PD desaprueba las medidas cautelares de limitaciones de libertad o actos de persecución que no permiten el acceso a una vida digna a artistas como Anyelo Troya, quien colaboró en la filmación del exitoso videoclip Patria y Vida, convertido en estandarte de la oposición cubana.

La organización, con sede en Madrid, hizo una mención especial a los activistas y luchadores por los derechos humanos Pablo Moya Delá y Cristián Pérez Carmenate, quienes recientemente fallecieron a causa de la represión en su contra.

“Han muerto a manos del régimen, languideciendo en prisión mientras les comía la enfermedad, para ir a fallecer nada más salir liberados de prisión, librándose así el régimen de la responsabilidad por sus muertes ante los ingenuos que tengan esa facilidad para ser manipulados”, dice el texto.

Asimismo, se comenta que la pérdida de estos integrantes de la Unpacu conmocionó a muchos de los activistas a favor de los derechos humanos en la Isla.

Pérez Carmenate, quien era residente en la provincia de Las Tunas, falleció por complicaciones de salud derivadas de un cáncer de huesos que no se pudo tratar de manera correcta por la falta de atención médica.

Moya Delá murió en el hospital Clínico Quirúrgico de Santiago de Cuba, tras infectarse de una bacteria en una de las salas de este centro de salud. Además, estuvo 40 días en huelga de hambre luego de ser atacado por otros reos.