Jóvenes católicos cubanos se fugan tras llegar a Europa para asistir a un evento religioso

El párroco Lester Rafael Zayas Díaz comentó en su cuenta de Facebook que les dijo hasta luego, pero también adiós, cuando los despidió a su salida de Cuba. (Foto: Lester Rafael Zayas Díaz – Facebook)

Varios de los 140 jóvenes católicos cubanos que llegaron al aeropuerto de Madrid, en España, como parada previa a su participación en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que se celebrará en Lisboa, Portugal, decidieron abandonar la delegación y no regresarán a La Habana. Ellos, al igual que los deportistas, médicos, otros profesionales y el pueblo en general viven la compleja crisis en Cuba y desean buscar un futuro mejor.

De acuerdo con declaraciones a 14ymedio de Fernando, uno de los participantes que viajó desde La Habana a la JMJ, “si alguien pensaba bajarse en el aeropuerto de Madrid, no había quien lo detuviera”.

El testimonio revela que hubo “jóvenes que nunca se montaron en las guaguas que nos llevaron a Peñaranda de Bracamonte, en la provincia de Salamanca, Castilla y León, donde se hospedan los cubanos antes de partir a Portugal”.

El religioso contó que antes de salir, los agentes de la Seguridad del Estado llevaron a un cuarto del aeropuerto a algunos “católicos revoltosos” para advertirles que su comportamiento en Europa iba a ser observado. Muchos de ellos se habían manifestado a favor de quienes protestaron el 11 de julio de 2021.

Fernando dijo no creer que la Conferencia Episcopal, entidad encarga de gestionar el viaje ante el gobierno, haya planeado sacar a los jóvenes que tenían problemas con el régimen para que se quedaran y así evitarles mayores consecuencias dentro de la Isla. “Actuaron siempre respetando nuestra libertad. No creo que hubiese un plan tácito”, explicó al citado medio.

El viaje costó alrededor de 2.000 euros por cada participante, y aunque la Iglesia Católica cubana ayudó para amortiguar una parte de ese monto, el sacrificio necesario para reunir ese dinero en Cuba, con salarios que no sobrepasan los 20 euros al mes y donde cada día se devalúa la moneda nacional, hace pensar que el viaje sea visto como una vía de escape más allá de demostrar una fe religiosa.

Lester Rafael Zayas Díaz sostuvo en su cuenta de Facebook que “he acompañado a algunos jóvenes de mi parroquia y de otras parroquias de Cuba que salen para la Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa”.

“Al dejarles en el aeropuerto les bendije. Sé que muchos no volverán y qué importa. Que importa si vuelven o no vuelven. Si se quedan no es porque sean malos ni traidores. El mal no está en ellos. El mal está en el barrio, en la escuela, en la universidad, en los sueños rotos, en la violencia desatada, en el Miedo al futuro incierto, en no saber qué hacer con tanto amor y tanta gracia en esta tierra que han vuelto infecunda y de la que todos huyen”, refirió.

El viaje de regreso a Cuba después de las actividades en Lisboa contempla volver a pasar por Madrid, donde fueron planificados cinco días libres para conocer la ciudad antes de abordar el vuelo a La Habana. Ese tiempo también podría contribuir a aumentar la cantidad de deserciones finales en la delegación cubana a la JMJ.

La Jornada Mundial de la Juventud es un evento organizado por la Iglesia Católica desde 1984, con la participación de jóvenes de todo el mundo cada dos o tres años. Su objetivo es fortalecer la fe y promover la unidad. Durante el evento, se reúnen para celebrar su fe, compartir experiencias y participar en actividades religiosas, culturales y sociales.

El punto culminante es la presencia del Papa, quien preside una vigilia y una misa final. El evento ha ganado popularidad, atrayendo a millones de jóvenes de todo el mundo en cada edición.