La presa política Angélica Garrido Rodríguez sufrió un accidente cerebrovascular en la cárcel

La opositora Angélica Garrido enfrenta siete años de cárcel por participar en el estallido social del 11 de julio de 2021. (Foto: Luis Rodríguez Pérez – Facebook)

La opositora Angélica Garrido Rodríguez, detenida por motivo de las protestas masivas del 11 de julio de 2021, sufrió un accidente cerebrovascular en la cárcel para mujeres del Guatao, el pasado miércoles.

Su esposo, Luis Rodríguez Pérez, pudo visitarla este viernes y notó que no presenta secuelas de gravedad, pero sí afectaciones como un ojo casi cerrado, estiramiento en la parte derecha de la boca y aparentaba estar como drogada.

“Mi mujer me manda a decirles que su cuerpo no está bien, esa es la verdad, pero sus principios se encuentran firmes e inmovibles”, comentó el hombre al realizar una directa vía Facebook.

Rodríguez Pérez también dijo que la presa política tiene derecho a una libertad condicional, pero le han estado poniendo reportes incensarios para que seguramente no proceda este beneficio.

“No sé si los nuevos reportes son producto de una protesta en la Catedral de La Habana, que no será la última, ni seremos los únicos, quién puede aguantar el dolor de un padre, quién puede aguantar el dolor de un esposo, quién puede aguantar el llanto de los niños”, agregó.

Dicha manifestación es la que ocurrió a principios de este mes, cuando familiares de manifestantes detenidos durante y después del estallido social, se reunieron a las afueras de la iglesia para exigir la liberación inmediata de sus seres queridos.

“Es extraordinaria la crudeza y el odio que nos empaña, pero por encima de eso estamos nosotros y tendrán que matarnos, alguien tiene que plantarse y seremos nosotros a quienes nos han martillado el dolor en el pecho”, añadió Pérez.

Garrido Rodríguez, oriunda del municipio Quivicán, provincia Mayabeque, enfrenta una condena de tres años de prisión por haber cometido los supuestos delitos de “indisciplina social”, “desacato” y “atentado”.

En la misma prisión se encuentra su hermana, María, quien recibió una sentencia de siete años de privación de la libertad por los mismos cargos. Al momento de su detención, esta opositora fue torturada en la Prisión del Sida: le dieron golpes, la patearon en el suelo y además la obligaron a gritar «¡Viva Fidel!».

Las hermanas son parte de los más de mil presos políticos que actualmente se encuentran en las cárceles del régimen castrista; la mayoría de ellos son manifestantes que estuvieron en el estallido social exigiendo respeto a los derechos humanos y un sistema democrático.

Según el reporte de la organización Prisoners Defenders, al menos 122 mujeres, incluyendo las del género trans, enfrentan condenas por motivos políticos.