La presidenta interina de Bolivia Jeanine Áñez no será candidata en las próximas elecciones

Aunque todavía no tienen fecha, lo que si es seguro en las próximas elecciones presidenciales de Bolivia es que la actual mandataria interina, Jeanine Áñez, no participará en los comicios, ni realizará campaña a favor de algún candidato.

Lo anterior fue declarado por su ministro de Presidencia, Yerko Núñez, en una rueda de prensa realizada en La Paz, reportó EFE.

“El Gobierno de Áñez es solo de transición hacia esos comicios, es un Ejecutivo transitorio, no va a apoyar a ningún candidato, ni a hacer política por alguno de ellos”, manifestó Núñez, tras asumir el cargo.

La idea de que Áñez podría buscar la presidencia salió a relucir el pasado martes cuando Jerjes Justiano, quien ocupaba la titularidad de dicho ministerio y fue cesado, dijo que su despido se debió a que la actual mandataria no estaba de acuerdo con su recomendación de no participar en el proceso electoral.

Tras la renuncia de Evo Morales y su exilio a México, Jeanine Áñez asumió de manera interina la presidencia de Bolivia el pasado 12 de noviembre debido a una sucesión de cargos.

Los anterior es porque también abandonaron sus puestos, el vicepresidente Álvaro García Linera y Adriana Salvatierra, presidenta del Senado, quienes debieron ser sucesores de Morales, según la constitución del país sudamericano.

En lo que va de su mandato interino, Áñez retiró a Bolivia de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), organización integrada por Estados de corte socialista como Cuba y Venezuela.

Además, nombró a Walter Oscar Serrate Cuellar como embajador de Bolivia en Estados Unidos, un hecho que no ocurría desde hace 11 años, debido a la falta de diplomacia entre La Paz y Washington cuando gobernaba Morales.

Áñez también reconoció como presidente interino de Venezuela a Juan Guaidó y recibió el respaldo de la administración de Donald Trump.

En el marco de su gobierno se han expulsado a más de mil cubanos de Bolivia que estaban en misiones de salud, en labores diplomáticas y como especialistas en otras áreas.

Con referencia a los médicos caribeños, se descubrió que una gran cantidad de ellos no contaba con título y algunos se hacían pasar por galenos, pero realmente eran agentes que repartían dinero a simpatizantes de Morales para que mantuvieran las protestas tras su renuncia.

Los que no tenían título realizaban labores de logística como transporte, pero ganaban igual que los galenos, un salario de más de mil dólares, de los cuales, la mayoría, se iba a las arcas del gobierno cubano.