Mariela Castro llora en la Asamblea Nacional por la continuidad del proceso revolucionario

Castro Espín agradeció específicamente a su tío, el fallecido dictador Fidel Castro, a su padre y a su madre, por “inculcarle el amor y el compromiso por la revolución». (Captura de Pantalla: Cubavisión Internacional-YouTube)

Mariela Castro Espín, hija del General de Ejército Raúl Castro, lloró en la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP) durante una intervención en su condición de diputada al hablar sobre la “continuidad del proceso revolucionario”, la cual, según su criterio, está muy bien llevada por el mandatario Miguel Díaz-Canel, designado por su padre para sucederle.

Envuelta en bufandas y trajes producto del intenso aire acondicionado del que disfrutan los dirigentes cubanos, pues ellos no sufren apagones, la directora del Centro Nacional para la Educación Sexual (Cenesex) exculpó a los hermanos Castro y a los funcionarios actuales del Partido Comunista (PCC) de las conductas que a lo largo de 63 años se han tomado contra las personas de la comunidad LGBTI.

Mariela tomó la palabra para hablar antes de que se aprobara por unanimidad el nuevo Código de la Familia, al cual dice que se llegó “cuidadosamente sin apurarnos, en un diálogo permanente, en una consulta constante”.

Castro Espín agradeció específicamente a su tío, el fallecido dictador Fidel Castro, a su padre y a su madre, quien fuera durante las últimas décadas de su vida la presidenta de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), por “inculcarle el amor y el compromiso por la revolución”.

A todos ellos atribuyó su actual influencia para que se concretara un Código de la Familia que, entre otras cosas, reconoce el matrimonio entre personas del mismo sexo, a pesar de la reticencia de los más conservadores.

En un nuevo intento de manipulación y tergiversación de la historia, Mariela de un plumazo borró los primeros tiempos de la revolución cubana, cuando los homosexuales -así como religiosos y otras personas consideradas antirrevolucionarias- eran detenidos y muchos enviados a campos de trabajo, las llamadas Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP) donde eran sometidos a trabajo forzado.

“Quiero por eso reconocer a la actual dirección de nuestro país que ha desarrollado un proceso de continuidad de la obra revolucionaria y lo está haciendo con un cuidado, con una delicadeza, con un esmero que ahora lo estamos disfrutando”, expresó Mariela.

Esa misma continuidad es la que le permite a la cúpula del poder, a la cual pertenece la también directora de la revista Sexología y Sociedad, disfrutar de privilegios que le están negados a la mayoría de los 11 millones de cubanos que viven en la Isla.

Además de sus atuendos de moda, Mariela viaja por el mundo con el dinero del presupuesto público en nombre de la institución estatal que dirige. Igualmente, son públicas las imágenes de fastuosas comidas con langostas y otros manjares que disfruta en Cuba, mientras el país está en una de las peores crisis alimenticias de su historia.