Miles de iraníes salen a las calles para protestar contra el gobierno, responsable del derribo del avión ucraniano

Miles de manifestantes han salido a las calles de la capital de Irán, Teherán, para protestar contra el gobierno a cuyos máximos dirigentes califican de mentirosos por negar durante tres días su responsabilidad en el derribo del avión ucraniano que cayó a tierra poco después de despegar con destino a Kiev matando a sus 176 tripulantes.

Las protestas tuvieron lugar en las afuera de al menos dos universidades, y las fuerzas represivas del régimen persa trataron de dispersar a los manifestantes con el empleo de gases lacrimógenos, según los informes de varias agencias de prensa.

La agencia de noticias semioficial Fars publicó un raro informe de los disturbios, diciendo que hasta 1000 personas habían coreado consignas contra los líderes y rompieron fotos de Soleimani, el general asesinado por un ataque con drone ordenado con Donald Trump, incidente que ha desatado toda la escalada de guerra en el Medio Oriente.

Precisamente el presidente de los Estados Unidos, Trump, tuiteó en apoyo a las protestas “inspiradoras”.

Trump, quien dijo que no busca el “cambio de régimen” en Irán, expresó su apoyo a los manifestantes y escribió: “Seguimos de cerca sus protestas y nos inspira su coraje. El gobierno de Irán debe permitir que los grupos de derechos humanos monitoreen e informen los hechos desde el terreno sobre las protestas en curso del pueblo iraní. No puede haber otra masacre de manifestantes pacíficos, ni un cierre de internet. El mundo está mirando”.

Irán admitió el sábado que derribó el avión por un “error humano” al lanzar un misil militar contra el Boenig 737 creyendo que era un misil lanzado por los Estados Unidos en su contra como respuesta al ataque iraní a una base militar estadounidense en Irak.

El general Hajizadeh, jefe de la división aeroespacial de ejército iraní, se disculpó con la nación por televisión y dijo que el grupo asumió toda la responsabilidad al tiempo que expresó que deseaba “poder morir” cuando se enteró del incidente.

Un operador de misiles que actuaba solo debido a una “falla de comunicaciones” había confundido el Boeing 737 con un misil de crucero que se dirigía hacia un sitio sensible de IRGC, y solo tenía 10 segundos para decidir si disparar, confesó ante la prensa. “Se vio obligado a contactar y obtener la verificación. Pero aparentemente, su sistema de comunicaciones tuvo algunas interrupciones. O bien el sistema de interferencia fue la causa o la red estaba ocupada”.