Opositores cubanos denuncian amenaza de muerte hacia José Daniel Ferrer

El pasado viernes en la noche se produjo una amenaza de muerte hacia José Daniel Ferrer, quien en su condición de líder opositor de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) convocó a una jornada de Ayuno Nacional con el objetivo de homenajear a los presos políticos fallecidos Pedro Luis Boitel y Orlando Zapata Tamayo.

La denuncia fue realizada por Ismarays Ortega, la esposa de Ferrer, quien en su perfil de Facebook escribió que “entró una llamada al teléfono fijo de la Sede Nacional de la UNPACU, la cual atendí y solo una voz desconocida me dijo: ‘Tu marido no va más preso. A tu marido lo vamos a matar’”.

Opositores cubanos denuncian amenaza de muerte hacia José Daniel Ferrer. (Ismarays Ortega-Facebook)

Ferrer fue puesto en libertad condicional después de meses de prisión cuando se le fabricó un caso por un delito común, una práctica que el gobierno cubano acostumbra a realizar para no ingresar estadísticas de presos políticos.

Ortega advierte que “el dictador Raúl Castro y a su títere Díaz Canel” son los responsables por la “integridad física y psicológica de mi esposo José Daniel García Ferrer y la de nuestra familia”.

El Ayuno Nacional de tres días fue seguido por todos los miembros de la UNPACU a nivel nacional y otros opositores cubanos también secundaron la iniciativa por lo que -en opinión de Ortega- “el régimen bajo su desesperación por estar quedando en ridículo ante el mundo (…) no escatimará en eliminar la opción de asesinarle y ellos son expertos en ello. Son múltiples las muestras”.

Antes de finalizar la denuncia, la esposa de Ferrer convoca a estar “atentos de lo mínimo pues sabemos que vendrán más viles y crueles que nunca contra la gran piedra en su zapato, su mayor oponente”, dijo en referencia al líder de la UNPACU.

Otaola habla con José Daniel Ferrer después de ser liberado

Tras ser liberado, José Daniel Ferrer concedió una entrevista exclusiva al popular presentador cubano Alexander Otaola y en sus propias palabras contó su vida en las cárceles cubanas y agradeció la campaña para liberarlo.

“Vi tanto odio en los esbirros, lanzarme contra la pared, contra el piso, para hacerme poner el infame uniforme de la prisión. Me dejaban encima de las hormigas bravas”, dijo.

“Además del odio que Castro y Díaz-Canel les hacen imponernos, vi el odio de varios de ellos, que les salía muy de adentro, porque llevaba las denuncias que exponían su crueldad, su infamia y eso los tenía los primeros meses tan violentos, que vieron que llegó el momento de cobrárselas todas”.