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Para matar el hambre los cubanos vuelven a “soluciones” del Período Especial

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Para matar el hambre los cubanos vuelven a “soluciones” del Período Especial

Es como si el cubano viviese en círculos

escasez de alimentos en Cuba

Familias hacen solo una comida la día ante la falta de alimentos. (Foto ilustrativa: Periódico Cubano)

Como en un círculo los cubanos vuelven a poner en práctica las técnicas que le permitieron sobrevivir al hambre durante el llamado Período Especial. Poner un plato de comida en la mesa es duro para la mayoría.

“No hay frijoles en ningún lado. He recorrido todos los mercados, por la derecha y por la izquierda y no pude conseguir. Los pago a como sea, porque no tengo nada que cocinar”, dijo una cubana a Diario de Cuba.

Según ella, para poder “matar el hambre” tiene que hacer una sopa improvisada, agarrando lo que aparezca, ya sea vianda o, con suerte, algún tipo de frijol, donde la carne y la grasa nunca están presentes.

Un entrevistado, nombrado Carlitos, aseguró que su salario no le alcanza para poder comprar alimentos. “Muchas veces comemos arroz pelao; otras comemos viandas, si encuentro baratas en la placita estatal. Y carne cuando llega el puñado de picadillo de soya o el trocito de mortadela en la casilla. No puedo pagar un plátano en diez pesos, ni el arroz a 70, ni la carne a 150, ni un litro de aceite en 300. Con la corriente tengo para quedar desfalcao”, afirmó

Padre de familia, se lamenta porque: “Hacemos una sola comida diaria para ahorrar de todo: corriente, grasa, especias, porque todo está por las nubes y perdido. Los niños se acuestan con hambre muchas veces, porque a fin de mes no hay ni azúcar para hacerles un agua con azúcar, aunque sea. ¡Eso duele!”.

Incluso recibiendo Moneda Libremente Convertible (MLC) es difícil encontrar alimentos en Cuba. Después de horas haciendo cola para entrar a una de las tiendas que comercializan en divisas se puede tener la “mala suerte” de encontrar los estantes vacíos.

“En la tienda en MLC solo encontré unas salchichas y espaguetis, pero los frijoles nada. Cuando sacan los vuelan. Es verdad que hay bastante gente que recibe remesas, pero la mayoría en la cola son revendedores. Si para uno que recibe ayuda es caro, peor es para los que no tienen MLC, porque se lo revenden hasta al doble de lo que cuesta aquí. Es un crimen, pero tienen que comprarlo porque no hay más nada. ¡Esto está que arde!”, dijo una holguinera en un artículo publicado por Diario de Cuba.

En el mercado negro, a donde inevitablemente hay que recurrir, los precios están disparados. “Ayer mismo compré en la calle un litro de aceite a 300 pesos y una pata de cebollas (generalmente con 50 cebollas), ¡en 600 pesos! Y ahora mismo quisiera encontrar diez libras de frijoles negros que me costarían 600 pesos. ¿Cómo podría comprarlos sin ayuda? Me siento privilegiada, pero tengo vecinos y parientes que da lástima ver lo que comen”.

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