Pasajeros de Southwest tras aterrizaje de emergencia: “Se escuchó una explosión muy grande”

“La gente empezó a tomar el asunto en sus propias manos y por la fuerza estaban golpeando el techo para expulsar las máscaras». (Captura de pantalla: Telemundo – YouTube)

Los pasajeros del vuelo 3923 de la aerolínea estadounidense Southwest, que el pasado domingo 5 de marzo intentó cubrir la ruta entre La Habana y la ciudad de Fort Laudarle, en el sur de la Florida, contaron su experiencia cuando el humo del incendio de un motor comenzó a entrar a la cabina y pensaron que la aeronave se estrellaría.

“Ya íbamos a empezar a entrar en las nubes y se escuchó una explosión muy grande. Rápidamente, el avión se llenó de humo y costaba respirar”, explicó en entrevista con la cadena Telemundo el cubano Jorge Montesino, que viajaba de regreso a Estados Unidos.

Aún con señal en su teléfono móvil y temiendo lo peor, el hombre le envió un mensaje de despedida a su esposa. “Lo único que hice fue escribirle a mi esposa y decirle saludara a mis hijos, que los amo”, confesó el pasajero tras haber pasado uno de los mayores sustos de su vida.

Por su parte, Dulce Meléndez contó que es la “primera vez (que vive) una experiencia tan mala, pensé que íbamos a explotar en el aire”.

En los videos difundidos horas más tarde del suceso por los propios pasajeros, se aprecia que las mascarillas no se activaron desde el panel de compartimentos que queda encima de la cabeza de los pasajeros cuando van sentados.

“La gente empezó a tomar el asunto en sus propias manos y por la fuerza estaban golpeando el techo para expulsar las máscaras. Y la gente tenía los nudillos ensangrentados y todo porque estaban golpeando el techo. Había niños pequeños en el avión y mujeres mayores”, relató otro testigo.

Ante el suceso, el piloto de la aeronave pidió a los pasajeros mantener la calma y cubrir las vías respiratorias con sus ropas en caso de que las mascarillas no se activaran. Al mismo tiempo, se les comunicó que era posible realizar el aterrizaje de vuelta en las pistas del Aeropuerto Internacional ‘José Martí’, de La Habana.

Finalmente, y tras 12 minutos de pánico en el aire, el Boeing 737 aterrizó con un solo motor en funcionamiento, una maniobra que es perfectamente factible, aunque depende de la pericia de los pilotos.

Horas más tarde, en un comunicado oficial de Southwest aclaró que la avería en uno de los motores del avión se debió al impacto de un ave que dañó las hélices, provocando una chispa que detonó el incendio.

Los aviones tienen un sistema de extinción de fuego en las turbinas y fue correctamente activado, pero el humo persistió durante toda la maniobra de aterrizaje de emergencia.

“Los pilotos regresaron a La Habana de forma segura, donde evacuaron a los pasajeros de la aeronave mediante toboganes, por el humo en la cabina”, expresa el comunicado de la aerolínea.

Asimismo, anunciaron que los pasajeros recibirán el reembolso del dinero del boleto y un cupón de 300 dólares para compensar por las molestias generadas durante la terrible experiencia vivida.