Piden la libertad de los presos políticos frente a la Embajada de Cuba en Washington D.C.

Los manifestantes pidieron la libertad de los más de mil presos políticos en Cuba. (Foto © Yosmany Mayeta Labrada – Facebook)

En una muestra de solidaridad y clamor por la libertad, un grupo de cubanos se congregó frente a la Embajada de Cuba en Washington D.C. para exigir la libertad de los presos políticos y el fin del régimen castrista, que ha mantenido al país en un estado de precariedad y represión por más de seis décadas.

Entre los participantes se encontraba el periodista independiente Yosmany Mayeta Labrada, quien portaba un cartel del preso político Sadiel Cintra de la Cruz, condenado a 10 años de prisión por participar en las protestas masivas que ocurrieron el 11 de julio de 2021 en todo el territorio cubano.

El comunicador pidió la liberación inmediata de presos políticos como José Daniel Ferrer, líder de la Unión Patriótica de Cuba; y Maykel Osorbo, integrante del Movimiento San Isidro.

“Desde 1959, Cuba no es libre. Es hora de exigir un cambio real, de poner fin a la opresión y la miseria que sufren nuestros hermanos en la Isla”, expresó el reportero; además de recordar las penurias que actualmente se viven en el territorio cubano, como apagones, falta de alimento y desabastecimiento de medicina.

La exprisionera política Keilylli de la Mora, oriunda de Cienfuegos, también se sumó a la protesta para denunciar la opresión del régimen y expresar el deseo compartido de una Cuba libre. “Estamos aquí para mostrar nuestro desacuerdo con aquellos que detentan el poder en la Isla. Los cubanos exiliados queremos una Cuba donde reine la libertad”, declaró.

La presencia de exiliados como José Godoy, quien abandonó Cuba a una edad temprana, pero mantiene un vínculo profundo con su tierra natal, agregó una dimensión personal al llamado por la libertad. “Aunque me llamen cubanoamericano, nací en Cuba y mi corazón sigue allí”, afirmó el hombre, quien desde hace más de 60 años vive en territorio estadounidense sin perder su identidad cubana y compromiso en contra de la dictadura castrista.

En la protesta también se denunció que el régimen actúa de manera hipócrita pidiendo ayuda alimentaria a las Naciones Unidas para los niños cubanos, mientras gasta miles de dólares en el mantenimiento de la embajada y la celebración de banquetes en su interior.

Cuando el Servicio Secreto se acercó para investigar la situación, los manifestantes reiteraron que su única intención era la de expresar su apoyo a los detenidos por estar en desacuerdo con el sistema comunista, en un acto que, según ellos, sería imposible realizar dentro del país caribeño, donde las voces disidentes son silenciadas y reprimidas.