Piden que el preso político Maykel Castillo ‘Osorbo’ reciba atención médica en el extranjero

El preso político Maykel Castillo enfrenta una condena de nueve años de prisión por su lucha a favor de la libertad de expresión en Cuba. (Captura de pantalla: Patria y Vida – YouTube)

El rapero contestatario y preso político Maykel Castillo Pérez ‘Osorbo’ continúa negándose a recibir atención médica en la Isla para tratar un problema de salud que sufre desde hace tiempo.

El integrante del Movimiento San Isidro (MSI) permanece recluido en la prisión Kilo 5 y Medio, ubicada en Pinar del Río, donde ha presentado síntomas relacionados con un fallo linfático.

Castillo Pérez no quiere recibir atención por parte del sistema de salud pública del país, pues teme que la cúpula comunista ordene a los doctores que le inoculen una grave enfermedad, como ha ocurrido con otros opositores.

Viviany, esposa del activista, comentó a Radio Televisión Martí que lo mejor para la salud de Osorbo sería un permiso para recibir tratamiento en el extranjero. Una situación poco probable por ser uno de los presos políticos de mayor interés para el régimen.

Pese a la situación, la mujer aseguró que el activista sigue “firme como un guerrero y en pie de guerra” ante una condena de nueve años. «Él sabe que todo el mundo, todos sus seguidores, sus amigos y familia siguen conectados con él, que no se olvidan de él, de su causa, por lo que él luchó, por lo que está preso, eso le da mucha más», agregó Viviany.

Castillo Pérez enfrenta dicha sentencia por los delitos de desacato, atentado, desórdenes públicos y difamación de las instituciones y organizaciones, héroes y mártires. Su encarcelamiento realmente se debe a su fuerte activismo contra el régimen y su participación en el tema Patria y Vida, por el cual ganó dos Grammys Latino junto con Gente de Zona, El Funky, Yotuel Romero y Descemer Bueno.

Osorbo, declarado preso de conciencia por Amnistía Internacional, fue arrestado en mayo de 2021, cuando agentes de la Seguridad del Estado se lo llevaron cuando estaba en su casa en La Habana.

A principios de enero pasado, la profesora Anamely Ramos denunció que el régimen colocó una cámara de vigilancia de última generación frente a la celda del rapero, debido a que, supuestamente, estaba organizando un motín en la prisión.

“Es una cámara de vigilancia de alta gama y con detector de movimiento y de cambio de escena, capaz de tomar imágenes nítidas, tanto de día como de noche, y con bloqueador de ruidos para poder escuchar mejor”, manifestó Ramos.

La activista también denunció, tras una llamada telefónica con el opositor, que él es sometido a otros castigos por compartir mensajes para ser publicados en redes sociales.