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Por qué el régimen de Cuba no se opondría a una intervención militar de EEUU

ESTADOS UNIDOS

Por qué el régimen de Cuba no se opondría a una intervención militar de EEUU

Tras el 11J, varios cubanos pedían a EEUU una intervención; hoy parece que el régimen no se opondría a la idea

Cartel de Patria y Vida

Después de todo, el gran resentimiento del régimen hacia EEUU se debe en parte a aquellos años de ocupación, luego de que el país norteamericano “liberara” a Cuba del reino de España. (Foto © Periódico Cubano)

Hace unos meses, en medio del clamor de ‘Patria y Vida’ y tras la represión brutal de las manifestaciones pacíficas del 11 de julio, surgió una idea entre algunos disidentes radicales, especialmente fuera de Cuba.

No como la idea de mayor arraigo, pero sí con el consenso de casi medio millón de personas en redes sociales, se pedía una “intervención” del gobierno de Estados Unidos en Cuba: que su ejército ingresara a la Isla y combatiera la milicia del régimen cubano, que se había tornado contra sus propios civiles.

Por ahí incluso se viralizó la grabación de una cubanoamericana con su uniforme de soldado, que afirmaba pertenecer a las fuerzas armadas estadounidenses para luchar contra las injusticias y que ahora —en ese momento— estaría feliz de pelear por la liberación de su gente.

El tema fue tan sonado en medios y redes sociales, que el propio gobierno de EEUU tuvo que salir a aclarar en más de una ocasión que no habría una intervención en Cuba, que no tenían ninguna intención de enviar tropas y que, aunque apoyaban a la población de la nación caribeña, no estaba en su poder intervenir de ninguna forma.

A pesar de estas aclaraciones, el régimen cubano expresó sus temores sobre este escenario. Lanzó acusaciones contra el gobierno del país norteamericano y lo señaló como un “intervencionista” que buscaba socavar su soberanía nacional.

Según las autoridades cubanas, opositores dentro y fuera de la Isla estaban acordando junto al gobierno estadounidense una “intervención” y, por ello, amenazaron a EEUU con las consecuencias internacionales que eso le acarrearía; además, detuvieron a decenas de activistas por considerar que podían tener “nexos” con funcionarios de otros países, así como planes claros de una invasión.

Por supuesto, tal alerta nunca trascendió porque, si bien muchos cubanos pedían que EEUU interviniera activamente en el país antillano, tanto el gobierno castrista como miembros de la propia oposición sabían que esto era imposible, e incluso se oponían a la petición al señalar que un conflicto armado es algo trascendental e indeseable en cualquier territrio, sin importar el gobierno que esté en el poder.

Al pasar de las semanas, la “candela” inicial se fue apaciguando y las administraciones de EEUU y Cuba se olvidaron del tema, aunque el régimen sigue insistiendo a la fecha —como lo ha hecho por años— en las malas intenciones del gobierno estadounidense, y acusando cualquier muestra de apoyo a la sociedad civil como “intervencionismo”.

Ahora bien, esta postura del gobierno de Cuba, en la que denuncia ante Naciones Unidas (ONU) los “ataques” a su soberanía, acusando una supuesta influencia gubernamental estadounidense en la oposición de su país —sin presentar pruebas, por cierto— y donde toma cualquier pretexto para señalar una “injerencia” que atenta contra su régimen, se ha visto tremendamente contrariada en la última semana.

Luego de que su principal sociopolítico y económico, Rusia, iniciara una invasión en su país vecino, Ucrania, los líderes castristas no solo no se pronunciaron contra el gobierno de Vladímir Putin —como lo ha hecho la mayor parte de la comunidad internacional— sino que se manifestaron a su favor.

En artículos de su prensa oficialista, así como declaraciones de sus funcionarios en la televisión estatal y redes sociales, el régimen cubano justificó y hasta aplaudió la intervención militar del gobierno ruso en territorio ucraniano.

Según Cuba, Rusia tenía razón en sentirse “amenazada” por un país que no representa ni una quinta parte de su territorio, y cuyo armamento no se compara tampoco al ejército ruso. Para el castrismo, la invasión no es tal, sino una maniobra “defensiva” y en favor de las poblaciones prorrusas que Ucrania mantenía como “rehenes”.

En los últimos días, las autoridades cubanas han buscado dar una idea de neutralidad, afirmando que “no hay malos ni buenos” en el conflicto, y que no están del lado de Rusia. Sin embargo, esto ha sido solo después de la enorme cantidad de sanciones que ha enfrentado el país euroasiático, y claro, luego de las críticas que el gobierno de Miguel Díaz-Canel ha enfrentado por sus primeros pronunciamientos.

Por lo tanto, esta nueva posición no borra su primera postura. Y aún más, ya que el régimen cubano está justificando la intervención militar de Rusia en otro país en defensa de facciones a favor de su gobierno, con la excusa de que en algún punto fueron parte de su territorio, ¿no aplicaría esto igual para Cuba?

Después de todo, el gran resentimiento del régimen hacia EEUU se debe en parte a aquellos años de ocupación, luego de que el país norteamericano “liberara” a Cuba del reino de España.

Aunque se trató de un gobierno militar provisional impuesto por EEUU en la Isla, podría considerarse que esta se encontraba bajo su gobierno, por lo que, técnicamente, aplica el pretexto de que en algún momento el territorio fue suyo. Por otra parte, todavía hay terreno estadounidense en Cuba: Guantánamo.

Si EEUU aplicara la misma lógica que las dictaduras de Cuba y Rusia, podría fácilmente realizar una intervención militar en defensa de la población civil que ha denunciado la brutalidad de su propio gobierno, y que abierta y reiteradamente ha pedido ayuda a la administración estadounidense.

Bajo esta lógica, podríamos convertir el discurso de Vladímir Putin en el de Joe Biden -o cualquiera que sea el presidente estadounidense en turno- y quedaría algo así:

“El régimen de Cuba ha hostigado, maltratado, encarcelado e incluso asesinado a sus civiles, civiles pro-estadounidenses que han pedido ayuda a mi gobierno para liberarlos del suyo que ha mostrado ser opresivo”… O algo por ese tono.

Claro que en este caso las denuncias serían ciertas, lo que debería darle aún más licencia a EEUU para arremeter con sus fuerzas armadas sobre la pequeña Isla y sus recursos limitados para defenderse. Tomar su territorio, “liberar” a su población y “eliminar” -por decirlo amablemente- a sus gobernantes.

Pero pueden imaginarse el tamaño de la queja/súplica/rabieta del régimen cubano si algo así llegara a pasar, si comenzara a planificarse siquiera, es más, si apenas se planteara esa posibilidad.

Así, del tamaño de ese escándalo es la doble moral que le permite a un gobierno denunciar internacionalmente como “intervencionismo” un simple tuit de apoyo; mientras al mismo tiempo respalda una genuina invasión militar que ha costado vidas civiles y la incertidumbre de millones.

Quizá sería bueno recordarle al régimen que, con esta postura, básicamente está dándole permiso a EEUU de invadir… Bueno, de “defender” su territorio, y que por ello no debió oponerse el año pasado, ni debería oponer resistencia a la idea en un futuro, aunque claro, esta lógica solo funcionaría con un gobierno congruente.

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