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Posible formación ciclónica tras concluir la temporada de huracanes 2022
El fenómeno podría disiparse en aguas frías según los pronósticos
Días después de anunciarse el fin de la temporada de huracanes 2022, una posible formación ciclónica se encuentra bajo vigilancia en el océano Atlántico.
El Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés) pronostica que el fenómeno tiene un 30% de convertirse en tormenta en las próximas 48 horas y un 40% en los siguientes cinco días.
El reporte estima que posiblemente se transforme en tormenta tropical o huracán lejos de las islas pertenecientes al mar Caribe.
“Un gran área de baja presión ubicada sobre el Atlántico subtropical central, a unas 750 Millas al noreste de las Islas de Sotavento del norte, está produciendo lluvias y tormentas eléctricas desorganizadas”, dice un comunicado de la agencia.
Asimismo, se agrega que “las condiciones ambientales parecen propicias para que este sistema adquiera algunas características subtropicales mientras se desplaza hacia el noreste durante los próximos días”.
Como se moverá hacia aguas frías entre la noche del jueves y viernes, también existe la posibilidad de que no se convierta en un ciclón subtropical.
La temporada ciclónica correspondiente a este año terminó con menos formaciones de las esperadas. Los principales especialistas hablaban de la presencia de entre 17 y 20 ciclones, pero hasta el 30 de noviembre solo aparecieron 14 entre huracanes y tormentas tropicales.
El huracán más poderoso fue Ian, el cual alcanzó vientos máximos sostenidos de los 250 kilómetros por hora en la escala Saffir-Simpson. Este fenómeno primero impactó al occidente cubano como categoría tres, causando graves daños en la provincia de Pinar del Río.
En este territorio se reportaron 291 derrumbes totales, 348 parciales, 352 totales de techo, 1.321 parciales de techo y otros 218 daños en los edificios, además de dos personas fallecidas y más de 5.000 mil casas de tabaco destruidas.
Posteriormente, Ian se movilizó hacia la costa oeste de Florida, donde dejó más de 100 personas muertas, la mayoría por ahogamiento, debido a su impacto con marejadas y rachas de viento correspondiente a la categoría cuatro de la citada medición.
El otro huracán más poderoso de la temporada fue Fiona. En su paso por el océano Atlántico afectó a Puerto Rico y República Dominicana. Las autoridades de estas islas reportaron a más de 30 personas muertas y daños por 2.680 millones de dólares.
Los demás fenómenos formados generaron inundaciones e intensas lluvias en Centroamérica, las Bermudas y en el sur de México, donde migrantes cubanos estuvieron expuestos a estos efectos.
