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Periódico Granma culpa de los apagones al pueblo
Un artículo de Granma coloca las provincias de Matanzas y Ciego de Ávila como ejemplo de fraude
Al igual que la escasez es culpa de los “acaparadores” y la propagación de la pandemia culpa de quienes se forman en las colas para comprar alimentos, también los apagones parecen ser responsabilidad del los que cometen “fraude eléctrico”.
En un artículo titulado “El delito de unos puede provocar el apagón de todos”, el órgano de prensa del Partido Comunista de Cuba (PCC) culpa al pueblo de las fallas eléctricas en el país.
Suponiendo que las autoridades no mantienen un control extremo para evitar actividades ilícitas y suponiendo que en efecto hay varios “ladrones de corriente”, el impacto en las plantas de energía eléctrica no puede ser tan significativo como causar una verdadera afectación en el servicio.
La excusa del periódico Ganma es incluso más difícil de creer cuando en sus mismas páginas las autoridades han admitido en otras ocasiones que el deficiente servicio eléctrico se debe a la falta de combustible y mantenimiento en las plantas generadoras, ambos problemas ocasionados por el embargo de Estados Unidos, según afirman.
El artículo coloca las provincias de Matanzas y Ciego de Ávila como ejemplo de fraude en cuanto a personas que se las ingenian para no pagar el servicio de electricidad o pagarlo, pero con una factura modificada bajo “artimañas”.
La prensa estatal exalta las labores del Estado por disminuir cada vez más estos casos y responsabiliza al pueblo de los apagones que constantemente dejan sin el servicio a todos por igual.
“En Matanzas, es una afrenta contemplar el robo de electricidad; atenta contra la necesaria e imprescindible postura del ahorro como principal reserva de eficiencia, en un país que enfrenta a EEUU, cuya política de endurecimiento del bloqueo está enfocada en que no le llegue ni una gota de combustible”, destaca Granma.
En días recientes, un usuario de la red eléctrica denunció que perdió su refrigerador a causa de los apagones y fluctuaciones de la potencia eléctrica. El hombre lleva meses esperando que las autoridades competentes lo repongan o lo reparen, pues podría llevarle años juntar dinero para comprar otro.
