Eduardo del Llano propone cobrar los actos de repudio a “todo ese pueblo espontáneo”

Actos de repudio en Cuba son injustificables (Foto: Robert Estévez – Facebook)

El realizador cubano Eduardo del Llano hizo una propuesta en redes sociales para probar si los actos de repudio realmente son situaciones espontáneas en apoyo al régimen comunista.

“Los actos de repudio son siempre repugnantes, siempre injustificables, y deben desaparecer ya, pero en lo que arriba acaban de entenderlo, aquí les dejo una humilde sugerencia, que a partir del 1ro de enero, tarifen la participación en ellos con el mismo espíritu con que cobrarán la electricidad o los servicios legales”, escribió en Facebook el polémico cineasta.

Con la aplicación de esa tarifa, agregó del Llano, se podría ver si todo el “pueblo espontáneo” pagaría 3.000 pesos por el derecho de intervenir en la vida de otros ciudadanos o si sus familiares en el exterior les envían dinero para costear el pago.

Como es habitual, la propuesta del director generó decenas de comentarios. Entre ellos se encuentra el de Guillermo Varela Vallespi, quien dijo que mejor no se le dé ese tipo de ideas al régimen porque podrían incluirla en el presupuesto como un nuevo impuesto y todo terminarían pagando la tarifa.

“Tal y como corren los tiempos actuales, a alguien se le puede ocurrir crear el correspondiente impuesto, el cual pudiera llevar el muy simbólico nombre de Impuesto de la Dignidad”, agregó.

Otro usuario comentó que lo más preocupante de los actos de repudio es la participación de los jóvenes, que en pleno siglo XXI no demuestra tener criterio propio o argumentos para negarse a ser parte de estas acciones que involucionan la capacidad de pensar.

Los actos de repudio son acciones organizadas por el Partido Comunista de Cuba (PCC) para desprestigiar el activismo de los disidentes a través de supuestas manifestaciones ciudadanas.

En años anteriores se utilizaban para insultar y atacar a las personas que demostraban su interés por abandonar la Isla.

Aunque siguen vigentes, poco a poco los cubanos se están negando a participar en ellos y ejemplo de esto es el fallido acto de repudio que trataron de hacer contra el periodista independiente Héctor Luis Valdés Cocho.

Frente a su vivienda se reunieron mujeres con niños para iniciar el acto que no despertó el interés de los vecinos.

“Pasada la hora, nada ocurría, nada pasaba. Asombrado estaba, por qué en el barrio en el que vivo la mayoría de los residentes son simpatizantes del sistema, afines a la revolución, esperaba algo más que los alaridos de esa señora visiblemente cansada y tres señoras más igualmente fatigadas”, comentó el periodista.