Bélgica ha desplegado robots que detectan la fiebre y determinan si las personas están usando correctamente las mascarillas, como una primera línea de control en hospitales y tiendas.
Las máquinas hablan más de 50 idiomas y serán capaces, a través del escáner de códigos QR, de revisar y comprobar algunos síntomas y medidas de prevención contra el coronavirus.
Fabrice Goffin, director ejecutivo de Zorabots, dijo que sus robots han estado en hospitales, residencias y hoteles desde 2013, pero que ahora han encontrado un nuevo papel, aunque los robots no harán pruebas de COVID-19, solo podrán proporcionar señales útiles.
“La gran ventaja de este robot en relación con un terminal fijo es que el robot puede moverse, puede ir hacia la gente, puede hablar con la gente y hablar en su lengua materna. Habla más de 53 idiomas”, dijo Goffin a Reuters TV.