FARÁNDULA
Sandro Castro imita a Donald Trump y vuelve a hacer el ridículo en redes sociales
Al igual que Trump, Sandro parece buscar atención mediante la controversia
Sandro continúa generando contenidos frívolos que refuerzan el resentimiento hacia las élites gobernantes. (Captura de pantalla @ Sandro Castro-Instagram)
Sandro Castro, nieto del fallecido dictador cubano Fidel Castro, protagonizó un nuevo escándalo tras publicar un video en redes sociales en el que aparece disfrazado de “pirata vampiro” y se autodenomina ministro de la iglesia de Cristo.
El clip, publicado este fin de semana, ha generado una oleada de críticas y burlas. Vestido con gafas oscuras, un pañuelo con calaveras y una cruz adornada con falsos rubíes, el heredero de la dictadura cubana ofreció un mensaje cargado de incoherencias.
“Hola, vampirescos y vampiresas. Hoy salió Pilar a pasear porque hay buen sol y mar de espumas. Aunque los gorditos dan sombras, pero te ocupan el espacio… Las bendiciones del Vampirach”.
La publicación ha sido comparada con una reciente imagen del presidente estadounidense Donald Trump. (Captura de pantalla @ Sandro Castro – Instagram)
La publicación ha sido comparada con una reciente imagen del presidente estadounidense Donald Trump, quien se dejó ver en una foto generada por inteligencia artificial como si fuera el Papa, en medio de la sucesión papal. Al igual que Trump, Sandro parece buscar atención mediante la controversia.
La figura del “Vampirach”, como él mismo se autodenomina, ha sido recurrente en sus publicaciones. Este personaje mezcla referencias religiosas, culturales y absurdas, que algunos consideran una provocación, otros una estrategia y no pocos una burla deliberada al pueblo cubano.
En el mismo video, Sandro recita versos del poema Los zapaticos de rosa de José Martí. Esta apropiación del Héroe Nacional, utilizado también por el régimen de su abuelo para legitimar la revolución, ha sido duramente criticada por lo que muchos califican como una vulgar instrumentalización de símbolos patrios.
Usuarios en redes sociales no tardaron en reaccionar. Algunos insinuaron que Sandro estaba consumiendo “el mejor perico de La Habana”, mientras otros se preguntan “qué se mete este tipo”. La indignación crece entre una población golpeada por el hambre, la inflación y la represión, que observa con rabia el comportamiento extravagante de un heredero del poder.
Analistas consultados consideran que estos actos no son necesariamente espontáneos. En un país donde el control informativo es total, no resulta descabellado pensar que las excentricidades del nieto de Castro estén toleradas —o incluso promovidas— por la Seguridad del Estado para desviar la atención pública.
No es la primera vez que Sandro protagoniza escenas polémicas. En otras ocasiones ha sido visto bebiendo cerveza Cristal, en simulacros de reanimación o haciendo insinuaciones sexuales, todo mientras el pueblo enfrenta apagones, escasez de alimentos y represión.
El contraste entre su comportamiento y la crisis que vive el país alimenta una percepción de impunidad e indiferencia. Mientras la mayoría de los cubanos lucha por sobrevivir, él continúa generando contenidos frívolos que refuerzan el resentimiento hacia las élites gobernantes.
La muerte de la madre del preso político José Gabriel Barrenechea, quien falleció de cáncer sin poder ver a su hijo, simboliza el dolor de muchas familias cubanas. Frente a esa tragedia, las publicaciones de Sandro Castro no hacen más que intensificar la sensación de burla y desconexión del poder.
