Seguridad del Estado continúa en busca de los “organizadores” del 11J

A más de dos meses de las protestas que sacudieron a Cuba el pasado 11 de julio, el régimen insiste en que el evento espontáneo causado por el descontento popular fue “organizado”, por lo que continúa en busca de aquellos responsables.

De acuerdo con el medio independiente Diario de Cuba, la policía política de la Isla continúa en busca de los “organizadores” de las manifestaciones que surgieron después del 11J, como la ocurrida el 17 de agosto en la comunidad de Aguacate, en el municipio Madruga, de Mayabeque.

“Ni el 11 de julio ni en los días siguientes, hubo detenciones o represalias en Aguacate, pero tampoco mejoró la situación que tiene sumido a este pueblo en la miseria total”, declaró Olga Lidia Medina Farramola, una manifestante entrevistada por el citado medio.

La mujer indicó que la comunidad llevaba un mes sin agua potable y con apagones de más de cuatro horas al día, lo cual se sumó al desabastecimiento de alimentos, medicamentos y artículos esenciales.

“Esto parece un pueblo fantasma donde impera el contagio de COVID-19 que tuvo un pico de 78 contagiados en una población de apenas cuatro gatos y tres calles”, añadió.

Medina explicó que estas cosas provocaron que al menos unas 100 personas salieran a las calles a manifestarse, algo que, aunque no fue violentamente reprimido como en otras partes de Cuba, terminó con al menos tres arrestos.

La manifestante, la cual recibió una multa de 3.000 pesos y ahora no puede salir de su vivienda después de la 1:00 p.m., señala que los interrogatorios para encontrar a los presuntos “organizadores” continúan hasta el día de hoy,

“La actual situación en Aguacate es que continúan los interrogatorios a medio pueblo, las multas y otras represalias como las intimidaciones a amistades de nosotros por parte de la Seguridad del Estado, en busca de testigos en contra nuestra”.

Medina considera que Dariel Ruiz García, uno de los arrestados durante las manifestaciones, está siendo usado como “chivo expiatorio”.

Su hermano, Janiel Ruiz García, indicó que Dariel participó de las protestas del 11 de julio, pero no se encontraba en el barrio cuando comenzaron las del 17, algo que no impidió que fuera señalado como responsable.

“Él estaba en casa de unos amigos compartiendo. Cuando regresaba a la casa escuchó la algarabía al otro lado del pueblo y se dirigió hacia allá. Lo acusan de desorden público, pero después cambian la acusación por instigación a delinquir, incitar u organizar la protesta”.

Ahora el acusado se encuentra en la prisión de Melena del Sur, donde permanece incomunicado. Su hermano advirtió que necesita muletas debido a que utiliza prótesis en una de sus piernas, pero actualmente no le permiten usarlas en la cárcel.

Su abogada indicó que no existe ninguna agravante para el desorden público, pues se basa en las alegaciones de la Seguridad del Estado, la cual lo acusa de organizar ambas protestas.

“Ella pidió un cambio de medida cautelar, pero se lo denegaron. Mi hermano no pertenece a ninguna organización opositora y el único dinero que recibe se lo envío yo. No sé por qué me lo quieren enredar”, declaró Janiel, que reside en el extranjero.

“Lo único que se me ocurre es que lo quieren como chivo expiatorio para dar un escarmiento, porque el pueblo de Aguacate se le ha calentado al Gobierno”, agregó.

El citado medio señaló el caso de María Cristina Garrido Rodríguez, quien parece estar recibiendo el mismo tratamiento en Quivicán, donde permanece en prisión después de que a varios participantes se les excarcelara y retiraran los cargos.

La joven se encuentra acusada de desacato resistencia e incitación a delinquir. De acuerdo con su familia, está siendo acusada de organizar las manifestaciones, y ha sido golpeada y obligada a gritar consignas comunistas en prisión a manera de castigo.