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Seguridad del Estado detiene a los líderes masónicos de la Gran Logia de Cuba
El conflicto en la GLC también pone de manifiesto el creciente control del gobierno cubano sobre las instituciones independientes

Edificio de la GLC alberga pinturas con el pasado de la masonería en Cuba. (Captura de pantalla © Lori Cuba Vlogs – YouTube)
Juan Alberto Kessel Linares, Gran Maestro de la Gran Logia de Cuba (GLC), y Víctor Bravo Cabañas, Gran Secretario por sustitución reglamentaria, fueron detenidos por la seguridad del Estado en la estación de Picota, en La Habana.
La acción ocurrió el pasado viernes 4 de julio tras una citación oficial que los funcionarios masónicos recibieron por parte de las autoridades. El portal independiente Cubanet cita a un testigo que acompañó a Kessel y Bravo, quien argumenta que una mujer vestida de civil les informó que permanecerían detenidos, pero no ofreció detalles adicionales sobre los motivos de la detención.
Las tensiones entre los líderes de la GLC y las autoridades cubanas han aumentado significativamente en las últimas semanas. La detención de Kessel y Bravo ha sido vinculada a las acciones represivas de la teniente coronel de la seguridad del Estado, Kenia María Morales Larrea, conocida por su historial de represión contra activistas de derechos humanos y opositores.

Las tensiones entre los líderes de la GLC y las autoridades cubanas han aumentado significativamente en las últimas semanas. (Captura de pantalla © Lori Cuba Vlogs – YouTube)
Morales es señalada como la responsable del acoso a los funcionarios masónicos, quienes habían convocado a la comunidad masónica para defender la legalidad de la GLC ante la convocatoria de Mayker Filema Duarte, un Gran Maestro destituido, quien sigue siendo respaldado por el Ministerio de Justicia (MINJUS).
El conflicto se originó a raíz de la destitución de Filema el 25 de mayo de 2025, en una reunión en la que más del 60% de los masones votaron a favor de su destitución. A pesar de ello, Filema continúa ocupando la oficina como Gran Maestro, firmando decretos y emitiendo resoluciones que afectan a las logias y masones que apoyaron su destitución.
Kessel y Bravo denunciaron la complicidad del MINJUS en este proceso, especialmente de Miriam García, Directora del Registro de Asociaciones, quien sigue reconociendo a Filema como Gran Maestro a pesar de su destitución.
Según la Ley 54 de Cuba, que regula las asociaciones en el país, el MINJUS debe aprobar cualquier cambio en las estructuras internas de las asociaciones, como es el caso de la masonería.
Sin embargo, las autoridades han continuado respaldando a Filema, lo que ha generado una polarización entre los masones y ha alimentado la tensión interna dentro de la organización. Kessel, en su comunicado, acusó al MINJUS y a Miriam García de ser responsables de esta situación, al permitir que Filema siga actuando como Gran Maestro sin reconocer la legalidad de su destitución.
La detención de Kessel y Bravo no es un hecho aislado. Este es el segundo incidente en menos de un mes en el que Kessel es citado por la seguridad del Estado. El 21 de junio de 2025, también fue interrogado por Morales, quien lo amenazó con acusaciones de desorden público.
Además, Filema ha amenazado con denunciar a Kessel y Bravo por cargos como intento de usurpación de cargo y falsificación de documentos, lo que ha intensificado aún más las tensiones internas.
La situación dentro de la GLC es cada vez más compleja. A medida que se acerca la sesión convocada por Filema para el 6 de julio de 2025, los masones se encuentran divididos entre defender la legalidad institucional de la GLC o permitir que la organización pierda su credibilidad.
Kessel ha advertido que esta sesión será decisiva para el futuro de la masonería cubana, ya que marcará un hito en su historia y determinará si los masones defienden su dignidad y legalidad o ceden a las presiones externas.
El conflicto en la GLC también pone de manifiesto el creciente control del gobierno cubano sobre las instituciones independientes. La represión política dirigida a organizaciones sociales como la masonería refleja cómo las autoridades intentan mantener su poder a través de la manipulación y deslegitimación de las estructuras que no controlan. Uno de los métodos preferidos de la seguridad del Estado es captar a miembros dentro de la organización.
