Senadores impulsan proyecto de ley para indemnizar a víctimas del “síndrome de La Habana”

Senadores de Estados Unidos presentaron un proyecto de ley para indemnizar a los funcionarios de su país que han sido afectados por el “síndrome de La Habana”.

Más de un centenar de funcionarios han experimentado síntomas que, en principio, fueron atribuidos a ataques sónicos o de microondas, siendo los primeros afectados por esto, los diplomáticos de la Embajada de EEUU en Cuba.

Desde el 2016 han sido más funcionarios los que han padecido del malestar, que incluye dolor de cabeza, mareos, vértigo, migrañas, pérdida de memoria y dificultades cognitivas.

Por ello, el republicano cubanoamericano Marco Rubio, junto a otros 15 senadores de ambos partidos, impulsó la medida, para ofrecer ayuda médica y una compensación económica para los afectados.

La Ley de Ayuda a las Víctimas Estadounidenses Afligidas por Ataques Neurológicos (HAVANA, por sus siglas en inglés) autorizaría una compensación adicional para las personas lesionadas.

Según informó la agencia EFE, Rubio recalcó que, aunque los primeros afectados registrados fueron más de 40 diplomáticos en Cuba, los casos no han sido exclusivos de la Isla, sino que han afectado a funcionarios en China, Rusia, e incluso Siria, todos países con relaciones tensas con EEUU.

“Ha habido más de 130 casos en total entre el personal de EEUU, incluidos casos en suelo estadounidense”, indicó Rubio, citando versiones de medios.

“Para empeorar las cosas, algunas de las víctimas no recibieron el apoyo financiero y médico que deberían haber esperado de su Gobierno cuando informaron por primera vez de sus lesiones”, agregó por su parte la senadora republicana Susan Collins.

Médicos han determinado que el padecimiento que sufren los funcionarios coinciden con el llamado “síndrome de La Habana”, con los mismos síntomas y probablemente las mismas causas.

Fue al analizar a los funcionarios del Consulado estadounidense en Guangzhou (China), que determinaron que, efectivamente, sus síntomas son “consistentes con los efectos de la energía de radiofrecuencia dirigida”, es decir, que la explicación preliminar de “ataques sónicos” era factible.

“Es inaceptable que los servidores públicos estadounidenses y sus familias hayan sufrido solos durante años con estas misteriosas lesiones cerebrales, sin total transparencia o garantía de tratamiento”, afirmó por su parte la senadora demócrata Jeanne Shaheen, otra de las promotoras de la medida.

Shaheen instó al Gobierno a “llegar al fondo” del asunto para determinar la fuente de estos ataques.

Rubio señaló que los afectados trabajan principalmente para el Departamento de Estado o la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y que “muchos” funcionarios continúan sufriendo problemas de salud años después.

En 2019, un estudio realizado por el Departamento de Estado de EEUU señaló que los ataques de microondas, o lo que haya provocado los síntomas en sus funcionarios, causaba, de hecho, daños permanentes al cerebro de las víctimas, como la disminución de la materia blanca.

“No hay duda de que las víctimas del Síndrome de La Habana, que han sufrido lesiones cerebrales, deben recibir una atención e indemnización adecuadas”, destacó Rubio.

“La idea es ayudar adecuadamente al personal estadounidense que ha soportado estos ataques mientras prestaban servicios a nuestra nación”, añadió.

Aunque desde el primer caso registrado se acusó al régimen cubano de atacar al personal estadounidense en su territorio, este ha negado en todo momento cualquier responsabilidad en los padecimientos de los funcionarios.

No obstante, no solo EEUU ha sido víctima de estos malestares, pues personal de la Embajada de Canadá en la Isla también fue afectado por el síndrome de La Habana, y cerca del mismo periodo de tiempo.

Recientemente, un diplomático canadiense denunció que su gobierno le ocultó que tenía daño cerebral producto de su primera estancia en Cuba, y lo envió de vuelta, exponiéndolo dos veces y acrecentando sus síntomas.