Subida de precios en Cuba: boletos nacionales en Cubana de Aviación costarán hasta 4.350 CUP

Según declaraciones del ministro del Transporte, en la aviación civil cubana “no va a participar el presupuesto del estado”. (Captura de pantalla © Poletme Aviación – YouTube)

El gobierno cubano anunció un aumento en los precios de todos los sistemas de transportación en el país a partir del 1 de febrero, como parte del incremento de los costos del combustible que toman tarifas con el dólar como referencia.

De tal modo, Cubana de Aviación publicó los nuevos precios de sus vuelos, dando un salto promedio de casi cuatro veces lo que costaban hasta el momento.

Según declaraciones del ministro del Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila, en la aviación civil cubana “no va a participar el presupuesto del estado”, ya que “la transportación de pasajeros vía área se viene realizando mediante la contratación de aerolíneas extranjeras”. Por ejemplo, algunos vuelos nacionales se ejecutan por medio de la aerolínea española Plus Ultra.

“La estructura de costos de la aviación es bien diferente al resto de los servicios, por eso los precios suelen ser más altos”, añadió el ministro, que puso como ejemplo el caso del vuelo desde la capital cubana hasta Guantánamo, que es una de las distancias más largas. Dicha ruta pasa de 1.140 pesos cubanos (CUP) el boleto a 4.300 CUP.

Pero una de las rutas más utilizadas es La Habana–Santiago de Cuba. En ese caso, el boleto redondo, es decir, ida y vuelta, costará 8.400 CUP, cuatro veces el salario mínimo. La primera reacción del mercado podría ser que los pasajeros opten por alternativas más económicas, como viajes por ómnibus o ferrocarril, aunque estos también subieron de precio.

Cubana de Aviación modifica los precios de sus vuelos nacionales saliendo de La Habana

Cubanos reaccionan a la subida de precios

La reciente subida de precios en los boletos de avión y el transporte en general en Cuba ha desatado una ola de críticas y preocupaciones entre la población. Karina Sotomayor Otero, con una mezcla de incredulidad y frustración, señala que los precios están “literalmente por las nubes”, cuestionando si esta decisión fue sometida a consulta popular.

Edel Aneyro, apoyando este punto de vista, ironiza sobre la desconexión entre los tomadores de decisiones, quienes disfrutan de vehículos y aviones financiados por el Estado, y la realidad del ciudadano común.

Mauricio Ortiz expresa su consternación, destacando la desproporción entre estos precios elevados y el salario de un trabajador estatal cubano. Según él, para poder costear un vuelo nacional, una persona tendría que sacrificar necesidades básicas como alimentación, servicios básicos y medicinas. Eidis Medina, igualmente alarmado, refiere que estas tarifas exorbitantes hacen que viajar, incluso dentro del país, sea inaccesible para la mayoría de los cubanos.

Tales comentarios reflejan una profunda preocupación por las repercusiones económicas y sociales de estas medidas. Se perciben como un ataque directo al ya deprimido bolsillo del pueblo cubano, comparándolas con políticas neoliberales que históricamente han llevado a la pobreza y la inestabilidad en América Latina.

Se hace referencia a eventos como el Caracazo en Venezuela y las crisis económicas en Argentina bajo las presidencias de Carlos Menem y Ricardo De la Rúa, sugiriendo paralelismos inquietantes con la situación actual en Cuba.