Tarjeta Clásica Empresarial de Fincimex se podrá usar para compras de autos e importaciones

La tarjeta comenzará a ser aceptada para el pago de compras de bienes o servicios mayoristas en USD, importaciones y compra de autos. (Captura de pantalla © Ronald Living – YouTube)

Fincimex, la financiera del conglomerado militar Grupo de Administración Empresarial (GAESA), anunció la ampliación en las funciones de su tarjeta Clásica Empresarial. Con ese producto que tiene fondos en dólares ahora se podrá comprar autos y pagar importaciones y bienes o servicios mayoristas.

Las tarjetas, en funcionamiento desde principios de 2024, estaban inicialmente limitadas a su uso en la red de servicentros de combustible para pagos en dólares. Con la nueva ampliación, los usuarios podrán emplear la tarjeta también en transacciones más variadas, beneficiando a entidades y empresas estatales que operan bajo el sistema de divisas.

Según la versión oficial, la flexibilización tiene el objetivo de facilitar la circulación de dólares dentro del país, un movimiento que, según Fincimex, optimizará las operaciones financieras.

Además de las funciones previamente anunciadas, Fincimex incorpora la opción de recargar las tarjetas con dólares en efectivo mediante ventanillas bancarias del Banco Financiero Internacional (BFI). Aun así, las condiciones básicas, como la necesidad de contratar el servicio directamente en Fincimex y la utilización de un PIN para las transacciones, permanecen vigentes. La tarjeta sigue siendo recargable mediante transferencias bancarias internacionales, y su vigencia será de 5 años.

Recientemente, Fincimex había anunciado que en su otro producto financiero, la tarjeta Clásica, se podría transferir saldos. La funcionalidad comenzará el próximo lunes 7 de abril, pero aún no se conocen detalles claros sobre cómo se llevarán a cabo estas transferencias. Los titulares de estos medios de pago no saben si podrán vincular la cuenta a la aplicación Transfermóvil, principal herramienta estatal para el comercio eléctrico y la banca digital.

Pese a la ampliación de sus funcionalidades que en realidad responde a las ansias del régimen castrista por recaudar divisas, las tarjetas Clásicas siguen enfrentando duras críticas. Los usuarios deben hacer frente a costos adicionales, como una tarifa de apertura de cuenta de cuatro dólares y comisiones sobre las recargas, que oscilan entre uno y varios dólares, dependiendo del tipo de recarga.

Las recargas realizadas en efectivo a través de bancos o Casas de Cambio (Cadeca) también conllevan una comisión adicional, lo que genera descontento entre los usuarios que buscan opciones más económicas para operar.

Además, la falta de transparencia en la consulta de saldos continúa siendo un punto sensible para los clientes. Actualmente, los propietarios de estas tarjetas deben recurrir a una línea telefónica de atención al cliente para conocer su saldo, ya que no hay una opción en línea disponible, lo que agrega inconvenientes a la experiencia del usuario.

Una de las características más controvertidas de la tarjeta Clásica es su vinculación con GAESA, que controla las finanzas del país en gran parte de forma independiente del gobierno central. Los pagos con esta tarjeta no pasan por el sistema bancario cubano tradicional, lo que permite a los militares mantener el control directo sobre las divisas. Este aspecto ha generado críticas tanto dentro como fuera del país, pues refleja un proceso de consolidación del poder económico y financiero por parte de las instituciones vinculadas al ejército cubano.

En medio de estos desarrollos, Fincimex también ha anunciado bonificaciones de hasta el 10% para quienes utilicen sus tarjetas en determinados comercios, lo que se presenta como una estrategia para aumentar la adopción del sistema.