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Vecinos en Las Tunas denuncian que han vivido 5 años entre aguas de letrina
La denuncia asegura que las autoridades municipales están al tanto de la situación, pero no han hecho nada para resolver el problema
Vecinos en Las Tunas denuncian que han vivido 5 años entre aguas de letrina. (Foto ilustrativa: Ramón Barreras Valdés-Vanguardia)
Una cubana ha denunciado ante los medios oficialistas que lleva 5 años viviendo entre aguas de letrinas cada vez que llueven y que las autoridades locales han sido notificadas pero no han hecho nada para resolver el problema.
La mujer, identificada como Nancy Reyes Sánchez, reside en el reparto El Uno, en Las Tunas y asegura que además de las aguas sucias, las lluvias también atraen los desechos de corrales de puercos y caballos que se crían en la cercanía.
De acuerdo a la denuncia enviada a Juventud Rebelde, la mujer y sus vecinos sufren de ese problema desde hace 5 años y por más ayuda que les han pedido a las autoridades de Las Tunas, estas no han hecho nada.
Reyes asegura que los funcionarios municipales están al tanto de la situación, pues incluso han acudido en persona cuando el río de agua sucia afecta a las viviendas durante las fuertes lluvias.
La mujer indicó que durante una de las visitas ocurrida hace dos años, las autoridades prometieron resolver el problema cuando las lluvias cesaran, pero “hasta la fecha no se ha resuelto nada”.
La situación ha causado indignación entre los afectados, pues denota un desprendimiento de las autoridades con los problemas que viven sus ciudadanos. Para los vecinos, las autoridades deberían estar centradas en resolver los inconvenientes, más aún porque aseguran que para resolver el problema de las aguas sucias no hacen falta muchos materiales.
Reyes asegura que el problema se iría con “solo destupir un tubo o colocar otro para que salga el agua como antes lo hacía”, para ello no es necesario gastar un gran presupuesto.
La mujer indicó que la única razón por la que los mismos vecinos no han hecho eso es por la falta de material y porque todo se encuentra por debajo de una línea de ferrocarril y para ello se requiere una autorización especial para realizar el trabajo.
