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Venden latas de puré de tomate con sabor a fruta bomba en Santiago de Cuba
“Le pregunté al vendedor si era tomate real y me dijo que sí. No es una tontería preguntar eso, debe ser una agravante”, dijo Amilcar Melián.
En la tarde de ayer, un camión ubicado en la calle Garzón de Santiago de Cuba, específicamente en la zona conocida como los 18 plantas, se vendieron latas de puré de tomate con sabor a fruta bomba, según denunció en su perfil de Facebook el periodista cubano Amilcar Melián.
“No dejan de vender. Venden unas siete latas por minuto. Las pequeñas a 150, las grandes a 600 pesos. El contenido es rojo, no es espeso y sabe a fruta bomba, y a algo picante… Ese saborcito ácido-picante sugiere que ese puré está a punto de echarse a perder”, alertó.
“Yo he hecho puré de tomate cientos de veces y no hay manera de que sepa a otra cosa que no sea a tomate —explicó con sarcasmo Melián. Si le echas tomate, sabe a tomate. El tomate, por si no recordamos a qué sabe ya, sabe a Ketchup. También en las tiendas en MLC hay un buen patrón de comparación con las latas esas que vienen desde Italia.”
La lata tenía la etiqueta de la Empresa Agroindustrial Ceballos, de Ciego de Ávila, la cual se dedica al procesamiento de frutas, hortalizas y tubérculos, así como a la comercialización de jugos, papas congeladas, purés de frutas, puré y pasta de tomate, mermelada y pastas de frutas, entre otros productos.
“Le pregunté al vendedor si era tomate real y me dijo que sí. No es una tontería preguntar eso, debe ser una agravante. Estuve unos 30 minutos decidiéndome, y me fui porque no confiaba. Como a las tres cuadras, me detuve. Y me dije: Carlos, bro, párate ahí, las veces que te han estafado vendiéndote fruta bomba batida teñida de rojo por tomate, ninguna lata decía Ceballos. Tú confías en la marca Ceballos. Esa gente de Ceballos no estafa, son legales, es la última gente que estafaría”, contó el escritor.
En febrero de 2021 el diario oficial Invasor informó que como parte de las afectaciones de la Tarea Ordenamiento algunos productos de Ceballos como el puré de tomate y el dulce de guayaba dejaron de ser rentables, dados los nuevos costos de las materias primas.
En su post en Facebook Amilcar Melián etiquetó a dos periodistas de Ciego De Ávila invitándolas a investigar el tema. Una de ellas, Sailí Sosa, comentó que “la Empresa Ceballos hace dos años no comercializa la pasta de tomate, pues solo por el costo de las latas no les daba negocio”.
“Aquí tenemos entonces a unos que tienen envases y venden algo de mala calidad dentro de esos envases usando una marca que no es de ellos. Habría que seguirle la pista a la etiqueta. ¿Será de Ceballos o ya tendremos impostores adjudicándose marcas?”, dijo por su parte la periodista avileña Katia Siberia.
Según se aprecia en la página de la Empresa Agroindustrial Ceballos, en 2022 promocionaron varias veces la venta de esas mismas latas de puré de tomate.
Otros usuarios como Lilmara Cruz también reportaron en los comentarios de la publicación de Melián experiencias similares, pues hace unos meses compró la falsa pasta a un vendedor clandestino en Ciego de Ávila por un valor de 700 pesos cubanos.
Por otro lado, Patricia Alonso alertó que el producto adulterado también se está vendiendo en La Habana con la etiqueta original de Ceballos: “La semana pasada compré. Cuesta mil pesos, así que la estafa es interprovincial”.
“Hace rato que yo me rendí con cualquier lata que vendan los particulares, agros estatales o no”, escribió con pesar Rouslyn Navia Jordán: “Todas las latas son una estafa. Ya me resigné que para que sepa a tomate tiene que venir de afuera y llamarse Vima o de cualquier otra manera, pero ser importada”.
Mientras tanto, la vida y los bolsillos de los cubanos en el país se sigue diluyendo entre la escasez de productos de primera necesidad que, cuándo aparecen a precios elevadísimos, también son de mala calidad, están vencidos o son una trampa.
Como reflexionaba el periodista santiaguero al final de su post de denuncia: “Esto es un hábito que a mí se me proyecta más allá. Es como una educación que está comenzando con las latas de puré de tomate. Suena ridículo, pero es ya un proceso de legitimación de más estafas que contagiará todo, sector estatal y no estatal… Quizá esto comenzó con aquellos famosos bistec de colcha de trapear, pizzas de condón o pavos de aura tiñosa. Para mí es el comienzo de algo más grande que no alcanzo a ver porque no soy adivino”.