Veterano cubano de la guerra de Angola: 10 medallas y ningún lugar digno dónde vivir

Ángel Acuña Espinosa, de 86 años, es un condecorado veterano de la guerra de liberación de Angola que en estos momentos no cuenta con un lugar digno para vivir. Así lo ha hecho saber su nieto, Yeanci Acuña Camacho, en una reciente publicación en Facebook. 

De acuerdo con Yeanci, su abuelo paterno es un antiguo miembro de la Columna 1 “José Martí” y fue condecorado nueve veces, pero hoy habita en una rudimentaria casa de madera en Niquero, oriental provincia de Granma.

El anciano, a pesar de aún cotizar para la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana, ha sido desatendido por el régimen comunista. 

La situación de Ángel fue “evaluada” por la propia Delsa Esther “Teté” Puebla, actual jefa de la Oficina de Atención a Combatientes, en febrero del presente año. Sin embargo, hasta la fecha el anciano no ha tenido noticias. 

A esto se suma que la esposa de Ángel, Estela Naranjo Terga, no fue reconocida como excombatiente por el Gobierno cubano, aun cuando fue responsable de confeccionar brazaletes y participar en acciones de la clandestinidad. De ahí que no cobra pensión ni tiene beneficio alguno de la asociación.

“Desafortunadamente, estas son las condiciones en las que viven muchos veteranos de guerra que pasaron al olvido y no tuvieron los privilegios (que muchos otros, que incluso hicieron mucho menos) para que este país fuera ‘libre’”, manifestó Yeanci. 

“Ojalá a los encargados de atenderlos se les mueva la conciencia antes que sea demasiado tarde y pueda disfrutar de sus últimos años, tal como lo merece”, agregó. 

¿Caso aislado?

Lamentablemente, la situación de Ángel y Estela no es un caso aislado. 

Elías Manuel González Infante, un excombatiente de 85 años que dedicó su vida a luchar en Cuba por los ideales fidelistas, hoy se encuentra postrado en una cama, limitado a moverse, ayudado por su familia porque la Revolución a la que le guardó fidelidad por años le ha dado la espalda.

“Lo único que me dan es mucha muela, que van a hacer, que ya hablaron, pero realmente no hacen nada. Soy yo solo luchando con mi mamá y con él, y los dos están enfermos. Intenté gestionar para ponerlo en un asilo, pero lo único que me pusieron fueron trabas, y nadie hace nada, ha sido totalmente abandonado por la Revolución”, declaró su hijo, Elis González Palma.