Cuba priorizará la leche de soya y el picadillo MDM en nuevo plan de alimentación

La leche de soya, el picadillo MDM (mezcla de varias carnes deshuesadas mecánicamente) y los embutidos de subproductos a base de tripa natural son los alimentos a los cuales recurrirá el Gobierno cubano para paliar la crisis alimentaria y económica por la que atraviesa el país este año.

Todos los detalles de la estrategia gubernamental para afrontar un segundo periodo especial en Cuba fueron publicados el pasado martes en un tabloide titulado “Cuba y su desafío económico y social”, que comenzó a venderse en los estanquillos de correos.

La primera parte del documento fue dedicada a la esfera de producción de alimentos e indica directrices para intentar solucionar la escasez de proteínas y carbohidratos que hay en la actualidad.

Por ejemplo, ante la falta de leche en polvo que se importa de otros países se ha decidido potenciar “el funcionamiento de las miniplantas de helados de todos los organismos con al menos el 50% de leche de soya y pulpa de frutas y suero”. Además, se “incentivará y estimulará el acopio de leche de cabra y de búfala para su uso en la industria y comenzar de inmediato las producciones de yogur y de queso a partir de esta materia prima”.

En relación a los cultivos de viandas, se propone como un plan fijo la cantidad de hectáreas que debe dedicar cada campesino o cooperativista para cada cultivo. En el caso del plátano y yuca se debe “garantizar la siembra de una hectárea de cada cultivo y disponer de 13.42 hectáreas, por cada mil habitantes”. Para el boniato serán 1.2 hectáreas y en el caso de la malanga 2 hectáreas.

Los cerdos competirán con los humanos por la yuca, pues esta vianda se reafirma como el principal alimento de estos animales ante la falta de pienso importado. Según el documento gubernamental “el objetivo es alcanzar unas 42.250 hectáreas de yuca para los cerdos y lograr producir 845.000 toneladas de alimentos”.

En cuanto a las proteínas, las autoridades comunistas instan a “retomar formulaciones de embutidos con subproductos y tripa natural, como butifarra campesina y mortadela de subproductos”. Sobre “el extensor (MDM) cubano” se propone “trabajar en el aumento de su producción de forma inmediato”.

La pesca tiene a la langosta y la angula como dos productos a los cuales hay que “desarrollar su cultivo en agua dulce como un nuevo surtido para la exportación”.

Todos estos planes tienen gran peso en el pequeño agricultor privado que, aunque no es dueño de su tierra, sí la trabaja y se siente mal atendido por las autoridades a las cuales están obligados a entregar toda su producción sin recibir los pagos justos ni en los tiempos contratados.